Los militares turcos anuncian elecciones para 1983
El general Kerian Evren, jefe del Estado turco, anunció ayer en Ankara que la nueva Constitución turca será sometida a referéndum antes de noviembre de 1982, y que se celebrarán elecciones generales en el otoño de 1983.El máximo dirigente turco añadió, durante un discurso transmitido por radio y televisión con motivo del año nuevo, que el calendario anunciado de restablecimiento de la democracia será respetado, "excepto si se producen importantes acontecimientos en la coyuntura mundial que afecten a Turquía".
Si tales incidentes se llegan a producir, agregó, y la Constitución no pudiese...
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El general Kerian Evren, jefe del Estado turco, anunció ayer en Ankara que la nueva Constitución turca será sometida a referéndum antes de noviembre de 1982, y que se celebrarán elecciones generales en el otoño de 1983.El máximo dirigente turco añadió, durante un discurso transmitido por radio y televisión con motivo del año nuevo, que el calendario anunciado de restablecimiento de la democracia será respetado, "excepto si se producen importantes acontecimientos en la coyuntura mundial que afecten a Turquía".
Si tales incidentes se llegan a producir, agregó, y la Constitución no pudiese ser elaborada en los plazos previstos, las elecciones serían aplazadas hasta la primavera de 1984, ya que "no se pueden celebrar comicios durante los meses de invierno".
El general Evren añadió que un plazo de un año era necesario entre la adopción de la nueva Constitución y las elecciones generales, "para permitir la preparación de una nueva ley electoral, de una nueva ley sobre partidos políticos y también para permitir organizarse a los nuevos partidos antes del escrutinio".
Por otra parte, los abogados de 52 dirigentes de la central sindical Disk, de izquierda, abandonaron nuevamente el tribunal en que están siendo juzgados sus defendidos para protestar contra "la limitación del derecho a la defensa". La Asociación Internacional de Juristas Democráticos (AUD) denunció ayer la práctica de torturas con instrumentos eléctricos y las ejecuciones simuladas contra los 52 sindicalistas.
En una conferencia de Prensa, la AUD señaló que el proceso tendía "a esconder la existencia de otros procesos que se siguen de forma clandestina ya que las autoridades pueden hacer valer que éste es un juicio abierto al público".
Los 52 sindicalistas están acusados de "querer cambiar la Constitución por la fuerza y de atentar contra el Estado".