Los resultados de las empresas públicas no empeoraron en 1981

Las veinticuatro empresas participadas directamente por Patrimonio del Estado reunirán en 1981 beneficios brutos por valor de 34.267,7 millones de pesetas, frente a los 30.716 millones del pasado ejercicio, según las últimas estimaciones disponibles. La mejora no se considera indicativa de lo que puede haber sido el año para el conjunto de las empresas españolas, por las peculiaridades del grupo. Pero al menos el dato no es aislado: también el Instituto Nacional de Industria, que en este caso agrupa casi el triple de empresas, espera remontar el saneamiento iniciado hace dos años.

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Las veinticuatro empresas participadas directamente por Patrimonio del Estado reunirán en 1981 beneficios brutos por valor de 34.267,7 millones de pesetas, frente a los 30.716 millones del pasado ejercicio, según las últimas estimaciones disponibles. La mejora no se considera indicativa de lo que puede haber sido el año para el conjunto de las empresas españolas, por las peculiaridades del grupo. Pero al menos el dato no es aislado: también el Instituto Nacional de Industria, que en este caso agrupa casi el triple de empresas, espera remontar el saneamiento iniciado hace dos años.

En los dos grupos públicos -uno dependiente del Ministerio de Hacienda y el otro del de Industria-, la evolución de las empresas industriales ha sido nuevamente diferente a la de servicios. En general, el año se presenta peor o tan malo como el anterior en las primeras, si bien algunas del INI han invertido la tendencia al deterioro. Las de servicios, por el contrario, han mejorado sus relativamente buenos balances de años anteriores, a juzgar por las impresiones recogidas en ambos holdings.Dentro de Patrimonio del Estado, las veintiuna empresas de servicios, incluidas entre ellas los cinco bancos de crédito oficial y el Exterior de España, pueden terminar 1981 con beneficios acumulados superiores a los 37.000 millones de pesetas, con la absorción de pérdidas de alguna de ellas, de escasa cuantía. Unos 10.400 millones corresponderían a los seis bancos y 26.862 a las otras sociedades de servicios. De otro lado, las pérdidas de las tres empresas con grave crisis -Inmepiel, fabricante de Segarra, HYTASA e Intelhorce- pueden sumar 2.983,6 millones de pesetas.

Ajuste de los costos financieros

Según fuentes de Patrimonio, no hay sorpresas significativas en ninguno de estos subgrupos de empresas, y parece ir bien el ajuste en los costes financieros y laborales. No obstante, Segarra y una filial de Intelhorce, Gossypium, se recuperan algo mejor de lo previsto. Los bancos han tenido buen ejercicio. Y también el año ha sido bueno en el resto. Telefónica, cuya dimensión supera las dos terceras partes del total, ha tenido un ejercicio similar a los anteriores. Tabacalera ha registrado mejoría de cierta importancia. Aldeasa y Remolques Marítimos han sido las mejores, si bien su dimensión es mínima.Por la participación que tiene Patrimonio en cada empresa (véase cuadro adjunto), de los 34.267 millones de pesetas corresponderían al Estado 16.868, algo menos de la mitad. Ello obedece a que, mientras en las empresas industriales y cinco de los seis bancos la participación se aproxima al 100%, en el resto son menos los casos en que es mayotiraria.

Sin embargo, donde pueden haberse registrado mayores progresos durante 1981 es en las amortizaciones y previsiones o provisiones, que junto a los beneficios integran el cash-flow en Patrimonio del Estado.

En total, el cash-flow de ias veinticuatro empresas ascenderá, según las últimas previsiones, a 114.009 millones de pesetas. De esta cifra, hubo flujos negativos para las tres empresas en crisis, en tanto que los bancos tendrán 30.508 millones, y el resto de las empresas, 85.984.

Previsiones poco representativas

Los responsables de Patrimonio no consideran representativas estas previsiones de resultados respecto al sector privado, porque las empresas en crisis son las peores dentro de los sectores en que operan, los bancos oficiales no tienen comparación posible con los privados (reciben recursos a menor coste, fundamentalmente), y gran parte del resto son monopolios o tienen contratos de prestación de servicios con el Estado.Es el caso de Trasmediterránea, cuya subvención de explotación (en torno a los 5.000 millones de pesetas) se ha estabilizado en los últimos años, y de la agencia de noticias Efe, cuyos servicios al Estado fueron valorados este año en 1.250 millones de pesetas y el próximo ascenderán a 1.800.

Desde otra perspectiva, 1981 ha sido para Patrimonio el año en que se ha desprendido de dos de sus mejores empresas: Campsa y Petroliber, cuyos resultados no han sido considerados tampoco en 1980 para conseguir datos homogéneos. Ambas, con resultados positivos, han pasado al Instituto Nacional de Hidrocarburos, junto con otras cuatro del Instituto Nacional de Industria: Eripetrol, Hispanoil, Eniepsa y Enagás, cuyos resultados se compensaban entre sí.

El INI remonta su saneamiento

En cuanto a las seis decenas largas de empresas que siguen en el INI, las cifras de pérdidas globales, según las últimas previsiones, serán similares a las de 1980: unos 60.000 millones de pesetas sin contar Hunosa y 80.000 con esta empresa, cuyos déficit (22.000 rnillones) son sufragados directamente por los Presupuestos del Estado.Los resultados finales dependerán del nivel de amortizaciones, y el criterio existente es amortizar bastante. Pero, al igual que el año pasado, se espera un cash-flow global positivo.

Inversión de la tendencia

No obstante, fuentes de este holding estatal, cuya actuación se aproxima más a la del sector privado, señalan como lo más positivo del ejercicio que se haya remontado el saneamiento iniciado hace dos años, invirtiendo la tendencia al deterioro de la cuenta de explotación ole las empresas en crisis.La inversión se apreciará en la mayoría de las seis grandes empresas de sectores en crisis (siderurgia, automoción y construcción naval), que han condicionado en los últimos años el resultado final, si bien desde ahora tenderán a hacerlo menos.

El caso más típico es el de Seat, donde la liberalización de plantillas y el aumento de recursos reducirá las pérdidas; ENASA ha marchado igualmente por esta línea, y en Mevosa se ha confiado más en el socio extranjero. Efectos similares se reflejarán en Ensidesa y Altos Hornos del Mediterráneo.

Por el contrario, los resultados de los grandes astilleros acusarán el retraso de los planes de reestructuración.

Según dichas fuentes, las citadas mejoras, despuntadas ahora, empezarán a notarse más en los próximos ejercicios, pues en 1981 se cargarán las indemnizaciones y otros costes laborales de las reconversiones.

Balance global más positivo

Las sesenta empresas restantes, sobre todo las de servicios, tendrán este año un balance global bastante mejor, debido fundamentalmente a los esfuerzos comerciales y de gestión, que han pasado por políticas más realistas de precios, como es el caso de Iberia. Claro que hacen falta una docena de estas empresas para compensar las pérdidas de Ensidesa.En resumen, haciendo extensivos estos últimos datos al sector privado, en lo poco que cabe, es previsible que los balances de muchas empresas en 1981 reflejen que están empezando a capear el temporal, situándose mejor con el Acuerdo Nacional de Empleo y las expectativas de estabilidad en los precios del petróleo.

Un panorama distinto al dibujado por recientes rankings definitivos de grandes empresas en 1980, según los cuales sólo 32 de las 100 primeras sociedades cerraron con aumentos de beneficios superiores a la tasa de inflación, frente a las 42 de 1979, mientras que veinte de las cien (13 en 1979) tuvieron números rojos. Cierto también que cuarenta de las cien amortizaron por más del 50% de los recursos generados en el ejercicio que practicamente ya ha terminado.

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