Horas decisivas para Polonia

Divergencias en la OTAN sobre la respuesta a la crisis

Los países miembros de la Alianza Atlántica continúan manteniendo estrechas consultas en relación con los acontecimientos polacos, pero, por el momento, existen puntos de vista divergentes sobre cómo hacer frente a la crisis. Para algunos aliados, la OTAN debería reaccionar con más fuerza, mientras que otros estiman que se impone una gran prudencia. A falta de unanimidad, los embajadores de los quince, que se volvieron a reunir ayer en Bruselas, se comunicaron mutuamente las acciones previstas por sus Gobiernos y decidieron continuar en el plano de posiciones individuales.Según se ha podido sa...

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Los países miembros de la Alianza Atlántica continúan manteniendo estrechas consultas en relación con los acontecimientos polacos, pero, por el momento, existen puntos de vista divergentes sobre cómo hacer frente a la crisis. Para algunos aliados, la OTAN debería reaccionar con más fuerza, mientras que otros estiman que se impone una gran prudencia. A falta de unanimidad, los embajadores de los quince, que se volvieron a reunir ayer en Bruselas, se comunicaron mutuamente las acciones previstas por sus Gobiernos y decidieron continuar en el plano de posiciones individuales.Según se ha podido saber ahora, el secretario de Estado adjunto para Asuntos Europeos, Lawrence Eagleburger, que asistió el pasado lunes a una reunión de urgencia del Consejo Atlántico, regresó a su país decepcionado por la actitud de algunos países europeos. Al parecer, EE UU había propuesto una reacción más dura que la que fue aprobada por los quince.

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El principal problema que se plantea en el seno de la OTAN es la valoración de los próximos acontecimientos polacos. Para algunos, si las autoridades militares no son capaces de controlar la situación, a juicio de la Unión Soviética, Moscú podría todavía estudiar una intervención conjunta del Pacto de Varsovia. Ante esa posibilidad es evidente, afirman estos sectores, que no existe el menor pretexto de injerencia extranjera, a fin de que todo Occidente reaccione con la máxima rapidez y violencia, siempre, claro está, en términos económicos y políticos.

Los aliados expresaron también su preocupación por el secuestro del general norteamericano James Lee Dozier. El embajador italiano país en el que se ha producido el secuestro, afirmó que su Gobierno haría cuanto esté en su mano para lograr su liberación.

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