Polonia, aislada del mundo

Juan Pablo II, absolutamente incomunicado de su patria

El Papa Juan Pablo II desconoce la suerte que corre Lech Walesa, el líder de Solidaridad. El Vaticano no tiene actualmente ninguna posibilidad de comunicar telefónicamente ni por vía télex con Polonia, ni siquiera con el primado Jozef Glemp. Ayer, según noticias sin confirmar, llegó al Vaticano una persona procedente de Varsovia, no identificada.El Papa recibe las noticias, se comenta en los ambientes vaticanos, a través de la radio y de la televisión occidentales, como todo el mundo, y también mediante algunas embajadas que han podido conservar una comunicación radiofónica en código co...

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El Papa Juan Pablo II desconoce la suerte que corre Lech Walesa, el líder de Solidaridad. El Vaticano no tiene actualmente ninguna posibilidad de comunicar telefónicamente ni por vía télex con Polonia, ni siquiera con el primado Jozef Glemp. Ayer, según noticias sin confirmar, llegó al Vaticano una persona procedente de Varsovia, no identificada.El Papa recibe las noticias, se comenta en los ambientes vaticanos, a través de la radio y de la televisión occidentales, como todo el mundo, y también mediante algunas embajadas que han podido conservar una comunicación radiofónica en código con Varsovia. Un alto prelado vaticano ha confirmado que la mayor parte de las noticias más seguras sobre Polonia le llegan al Papa desde la misma Casa Blanca. De hecho, el secretario de Estado, cardenal Agostino Cassaroli, se halla aún en Washington. Lo único de dominio público fue la llamada telefónica personal de Reagan al Papa para demostrarle su solidaridad en estos "momentos difíciles".

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Lo cierto es que el Vaticano está movilizado como nunca en dos frentes: en EE UU está Cassaroli, el número uno de la diplomacia vaticana; en Moscú, ayer, el presidente Leónidas Breznev se entrevistó con la comisión de la Pontificia Academia de Ciencias, enviada por Juan Pablo II para enseñar al Kremlin los resultados de una importante investigación de científicos católicos y no creyentes, entre ellos dos rusos, sobre las consecuencías que tendría para la humanidad el estallido de un conflicto atómico.

La Santa Sede, como había anunciado el Papa, pidió a los jefes de Estado de las mayores potencias (EE UU, URSS, República Federal de Alemania, Inglaterra y Francia) que recibieran a estos científicos en nombre de la Santa Sede.

Dos de ellos llegaron ayer a Moscú para encontrarse con Breznev y, aunque ha sido desmentido en el Vaticano, existe la certeza de que estos dos científicos seglares llevaron seguramente un mensaje del Papa para el Kremlin sobre el problema polaco.

Hoy, la preocupación del Papa es evitar, en primer lugar, una guerra civil en su patria, y después, evitar una posible invasión soviética, que podría dar motivos a Estados Unidos para emprender duras medidas.

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La preocupación del papa Wojtyla es la paz mundial. Lo dijo en la noche del martes, en la plaza de San Pedro, ante 7.000 jóvenes católicos. El Papa, después de haber agradecido la "solidaridad universal" que recibe, afirmó que dicha solidaridad sirve para confirmar algunos valores fundamentales, como los "derechos del hombre y los derechos del pueblo".

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