El primado polaco informa al Papa de los acuerdos entre el Gobierno y el sindicato independiente

'La situación se va esclareciendo; soy un poco más optimista", declaró ayer el primado de Polonia, Jozef Glemp, a su llegada al aeropuerto de Roma. Le acompañaban seis de los ocho obispos del consejo de presidencia de la Conferencia Episcopal polaca. Glemp se entrevistó ayer con el papa Juan Pablo II para informarle de los últimos acontecimientos, y en especial del histórico acuerdo suscrito entre el jefe del Gobierno polaco, general Wojciech JaruzeIski, el primado y el dirigente sindical Lech Walesa.

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'La situación se va esclareciendo; soy un poco más optimista", declaró ayer el primado de Polonia, Jozef Glemp, a su llegada al aeropuerto de Roma. Le acompañaban seis de los ocho obispos del consejo de presidencia de la Conferencia Episcopal polaca. Glemp se entrevistó ayer con el papa Juan Pablo II para informarle de los últimos acontecimientos, y en especial del histórico acuerdo suscrito entre el jefe del Gobierno polaco, general Wojciech JaruzeIski, el primado y el dirigente sindical Lech Walesa.

, La impresión que existía ayer en los ambientes polacos próximos al Vaticano es que esa especie de compromiso histórico pactado entre el Gobierno polaco, la Iglesia y Solidaridad puede producir frutos inmediatos, sobre todo porque cuenta con la bendición del papa Woityla.Se había rumoreado en los últimos días que el general Jaruzelski y Juan Pablo II estaban más cercanos de lo que podía parecer a primera vista. Incluso se habló de una estrategia común. Ayer lo confirmó a este periódico el amigo personal del papa Wojtyla, el escritor Jerzy Turovicz, director de la revista Tygodnik Powszechny, en la que Karol Wojtyla escribió con seudónimo durante más de veinte años. Turowicz explicó que la estrategia actual es la de afianzar cada vez más, con el apoyo del Papa, una colaboración leal entre el primer ministro, la Iglesia polaca y la parte de Solidaridad fiel a la línea de Walesa. Y, al mismo tiempo, mantener una actitud dura contra los extremistas. No se trataría de un ataque frontal al nuevo sindicato libre, sino a los radicales, es decir, a los disidentes de la línea oficial.

Respondiendo a las preguntas de los periodistas, Glemp, señaló que quizá no se pueda hablar aún de pacificación en su país, pero sí de la necesidad de un orden social. Que la Iglesia está dispuesta a apoyarlo se dedujo de sus palabras textuales: "Yo como el primero de los obispos tengo que preocuparme por e orden", y añadió: "El orden moral e individual deben tener una resonancia y un reflejo sobre el orden social. Es esto lo que nosotros deseamos: orden social, autoridad y trabajo. Precisamente éste fue el motivo del encuentro de ayer". Se refería al coloquio conjunto con el general Jaruzelski y Lech Walesa.

Al conversar con la Prensa, dijo también: "Como obispos y como cristianos tenemos que aplicar la doctrina en la práctica cotidiana. Y esto no sólo a nivel individual, sino también a nivel social".

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