Ofensiva de Reagan para que se apruebe la venta de aviones AWACS a Arabia Saudí

Todavía con la aureola del triunfo de Cancún, donde Estados Unidos evitó ser centro de críticas sin dar contrapartidas importantes, el presidente Ronald Reagan prepara afanosamente la dura batalla de mañana, miércoles, en el Senado, donde el voto para la venta de material militar, incluidos cinco aviones Awac, a Arabia Saudí será la primera gran prueba de política exterior para el presidente de Estados Unidos.

"Vuelvo a casa convencido de la importancia del liderazgo norteamericano en el mundo", dijo Reagan al regresar, durante el pasado fin de semana, de la cumbre entre país...

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Todavía con la aureola del triunfo de Cancún, donde Estados Unidos evitó ser centro de críticas sin dar contrapartidas importantes, el presidente Ronald Reagan prepara afanosamente la dura batalla de mañana, miércoles, en el Senado, donde el voto para la venta de material militar, incluidos cinco aviones Awac, a Arabia Saudí será la primera gran prueba de política exterior para el presidente de Estados Unidos.

"Vuelvo a casa convencido de la importancia del liderazgo norteamericano en el mundo", dijo Reagan al regresar, durante el pasado fin de semana, de la cumbre entre países ricos y países pobres, celebrada en Cancún. Un prestigio, según Reagan, que no debería enturbiar el rechazo del Senado al proyecto de venta de aviones Awac y otro material militar a Arabia Saudi. Va en ello la credibilidad de la política exterior presidencial hacia Oriente Próximo.Pero la batalla de los Awac -aviones Boeing 707 equipados con radares capaces de detectar desde el cielo cualquier movimiento de tropas o aviones enemigos en un radio de acción de unos quinientos kilómetros- se avecina como un combate muy duro para el presidente Reagan. La hora H del votó está fijada para mañana, miércoles, a las cinco de la tarde (once de la noche, hora de Madrid).

Las últimas jornadas antes del decisivo paso sobre el asunto de los Awac, el presidente las utilizó para una espectacular operación de relaciones públicas. La Casa Blanca fue un desfile de senadores, republicanos y demócratas, que escucharon los argumentos presidenciales favorables a honrar el pedido en material militar comprado por Arabia Saudí a EE UU, por valor de 8.500 millones de dólares.

La oposición de, probablemente, la mayoría simple del Senado fue considelada como irreal por parte de Reagan, debido a "la peligrosa situación en Oriente Próximo". Añadió que votar en contra sería "un mal servicio para la nación". Perjudicaría el prestigia y la credibilidad de EE UU.

En cifras, se vislumbra como extremadamente difícil para el presidente alcanzar la mayoría simple en el Senado. Todos los sondeos de opinión entre senadores dan más de 51 votos en contra, lo que supondría, caso de confirmarse, un fracaso considerable para la política exterior de Reagan.

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