EL ASESINATO DE SADAT

Un ex general llama a la sublevación al Ejército egipcio

El ex jefe de Estado Mayor del Ejército egipcio, general Saadedin Chazly, hizo un llamamiento ayer a los oficiales de las fuerías armadas de su país para que "continúen la heroica acción iniciada con el ajusticiamiento de Sadat y se hagan con el poder".Chazly intervino en la televisión argelina para alabar la acción de los oficiales del Ejército egipcio que, según él, dieron muerte al Rais "para hacerle pagar su política de traición al mundo árabe y de alianza con el imperialismo norteamericano".

Contactada telefónicamente por EL PAIS, la esposa del general Chazly aseguró que ést...

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El ex jefe de Estado Mayor del Ejército egipcio, general Saadedin Chazly, hizo un llamamiento ayer a los oficiales de las fuerías armadas de su país para que "continúen la heroica acción iniciada con el ajusticiamiento de Sadat y se hagan con el poder".Chazly intervino en la televisión argelina para alabar la acción de los oficiales del Ejército egipcio que, según él, dieron muerte al Rais "para hacerle pagar su política de traición al mundo árabe y de alianza con el imperialismo norteamericano".

Contactada telefónicamente por EL PAIS, la esposa del general Chazly aseguró que éste se mantiene en estrecho contacto con sus partidarios y confia en poder trasladarse rápidamente a Egipto.

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El general Chazly, de 59 años de edad, fue jefe del Ejército egipcio durante la guerra del Yom Kippur, en octubre de 1973. Destituido de su cargo en las fuerzas armadas y enviado como embajador a Lisboá, Chazly dimitió cuando Anuar el Sadat realizó su histórica visita a Jerusalén.

El año pasado, Chazly anunció la formación de un frente nacional egipcio cuyo objetivo era el derrocamiento de Sadat. El grupo de oposición al rais aseguró que contaba con el respaldo de Libia, Argelia, Yemen del Sur, la OLP y Siria. Durante la conferencia de Prensa celebrada entonces, el general Chazly subrayó que, tras la caída de Sadat, el nuevo régimen egipcio abrogaría los tratados de paz con Israel y rompería la actual alianza con Estados Unidos.

El programa político del frente capitaneado por Chazly fue ratificado por un grupo nasserista respaldado por Libia, por una secta fundamentalista islámica independiente, por el Partido Comunista egipcio (prosoviético) y por varios intelectuales progresistas.

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