Fuertes bajas e inquietud generalizada en las principales bolsas de valores occidentales

Las principales bolsas de valores en Occidente vivieron ayer una de las peores jornadas de su historia, y en Japón, la peor. Los temores de un lunes negro como el de 1929, augurado por varios especialistas norteamericanos, se unieron a una nueva oleada de apreciación del dólar, que atrae siempre capitales hacia EE UU. El resultado fueron grandes bajas al empezar las respectivassesiones, que luego fueron moderadas por intervenciones monetarias, como en Londres, o por alguna recuperación del ánimo; al terminar las sesiones, todas arrojaron, sin embargo, bajas notables en sus índices, y sólo la p...

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Las principales bolsas de valores en Occidente vivieron ayer una de las peores jornadas de su historia, y en Japón, la peor. Los temores de un lunes negro como el de 1929, augurado por varios especialistas norteamericanos, se unieron a una nueva oleada de apreciación del dólar, que atrae siempre capitales hacia EE UU. El resultado fueron grandes bajas al empezar las respectivassesiones, que luego fueron moderadas por intervenciones monetarias, como en Londres, o por alguna recuperación del ánimo; al terminar las sesiones, todas arrojaron, sin embargo, bajas notables en sus índices, y sólo la posterior negociación de valores en Nueva York hizo pasar el temporal y que el día pasara a la historia como un lunes gris.

Al cierre de la sesión, en la Bolsa de Nueva York o de Wall Street, donde el índice Dow Jones de valores industriales había perdido en su última jornada del pasado fin de semana 11,13 puntos, este prestigioso indicador se encontraba 7,04 puntos por encima de la cotización última de la semana pasada, 83 1,05. La sorprendente recuperación del templo del capitalismo había sido progresiva, después que durante la mañana y mediodía la Bolsa de Tokio perdiera 20,27 puntos (hasta 528,27), Londres 22 (hasta 452,7 en el Financial Times), Francfort 13,3 (hasta 669, l), Zurich 10,6 (hasta 278,8) y París 2,3 (hasta 86,4).El origen de esta jornada de pánico, que parece haber remitido con el paso del tiempo, lo sitúan los analistas en que varios expertos norteamericanos, entre ellos Joseph Granville, predijeron para ayer un lunes negro que colocaría el Dow Jones esta misma semana en el nivel setecientos, después que desde el 27 de abril último ha perdido doscientos puntos. Según informa Ramón Vilaró, corresponsal de EL PAÍS en Washington, tras estos vaticinios late la creciente desconfianza en el programa económico del presidente Reagan y en la situación de la economía mundial. En efecto, las bajas más grandes del período se habían registrado antes, en agosto, cuando el alto nivel de inflación de julio hizo perder la confianza en un próximo descenso de los tipos de interés. Ahora se teme también un resurgimiento de la inflación y el mantenimiento de una política de dinero caro, pues los recortes presupuestarios anunciados el pasado jueves por Reagan (13.000 millones de dólares suplementarios) se consideran insuficientes a la hora de corregir el déficit público para el año fiscal 1982, a punto de comenzar, para el que se anuncia en 41.300 millones de dólares.

Así las cosas, cuando ayer se abrió Wall Street los pronósticos parecían cumplirse, pues en media hora el índice de valores industriales se derrumbó catorce puntos, y los valores en retroceso aventajaban seis a uno a los alcistas, como consecuencia de las noticias procedentes de Europa. Sin embargo, un frenético auge y una febril actividad auparon lentamente todos los índices, que a las dos de la tarde (ocho de la tarde en España) registraban ganancias generalizadas. Los analistas confiaban entonces en una vuelta a la normalidad en el futuro, pero la desconfianza general hace temer jornadas tensas.

La evolución de la Bolsa de Nueva York quitó fundamento a la alarma europea, que también se extendió a bolsas como la de Sidney y Hong Kong. Pero este pánico había encontrado terreno abonado en el Reino Unido, donde se registraron las mayores bajas. Según Efe, la desconfianza generalizada en las consecuencias de la política conservadora del Gobierno, así como el convencimiento de que volverán a aumentar las tasas de descuento bancario, se sumaron al miedo y a una tendencia a la baja que ha provocado a los inversores de Londres en las dos últimas semanas pérdidas por valor de 14.500 millones de libras esterlinas (unos 2,4 billones de pesetas).

En París, las bajas fueron menores (4,8 puntos sobre 88 al inicio de la jornada, y 2,3 al cierre), pero las conclusiones de fuentes gubernamentales han sido más acusadas, especialmente porque el dólar pasó de 5,59 a 5,62 francos, según nuestro corresponsal Feliciano Fidalgo. «La salida del túnel de la crisis», han comentado diversos medios a la vista de la jornada, «no es para mañana». Por su parte, en los medios oficiosos mitterrandistas se aprovecha la ocasión para devaluar a la oposición política y patronal, que preconiza una estrategia económica similar a la de Reagan y Margaret Thatcher.

En Tokio, donde, igualmente, el dólar experimentó una fuerte subida (de 227 a 231 yens), las bajas fueron de 20,27 puntos sobre 528,27, las mayores de la historia de esta bolsa.

El pánico en Europa no ha afectado a las cuatro bolsas españolas. Como se sabe, ninguna de ellas negocia los lunes. Sin embargo, en medios especializados se estima que, como consecuencia de las menores oscilaciones en el mercado de divisas y. la menor influencia relativa de éstas en las cotizaciones, la repercusión habría sido más atenuada.

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