El presidente de Guinea Ecuatorial reajusta el equipo económico de su Gobierno

El presidente de Guinea Ecuatorial, coronel Teodoro Obiang, anunció el miércoles una serie de cambios gubernamentales, que incluyen el nombramiento de un superprimer ministro y el cese del gobernador de Banco de Guinea. Los nombramientos suponen un afianzamiento de la tendencia estatificadora en el seno del Gobierno guineano y un duro golpe a las esperanzas de que este país lleve a cabo una liberalización de su economía de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades monetarias de España y del Fondo Monetario Internacional.

En una ceremonia celebrada en la sede de la Presidenc...

El presidente de Guinea Ecuatorial, coronel Teodoro Obiang, anunció el miércoles una serie de cambios gubernamentales, que incluyen el nombramiento de un superprimer ministro y el cese del gobernador de Banco de Guinea. Los nombramientos suponen un afianzamiento de la tendencia estatificadora en el seno del Gobierno guineano y un duro golpe a las esperanzas de que este país lleve a cabo una liberalización de su economía de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades monetarias de España y del Fondo Monetario Internacional.

En una ceremonia celebrada en la sede de la Presidencia de la República, Obiang dio posesión de sus cargos al nuevo comisario de Estado para la presidencia Carmelo Owono, un militar formado en la Unión Soviética, al comisario de Estado de Información y Turismo y ex director general de Seguridad, Isidoro Eyi, al nuevo gobernador del Banco de Guinea, hasta ahora vicegobernador, al secretario técnico adjunto de Información y Turismo y hasta ahorajefe de Censura, Ricardo Elo, y a varios embajadores y cargos diplomáticos. El nombramiento del nuevo gobernador del Banco de Guinea lleva naturalmente aparejado el cese de Patricio Eka, una de las tres personas acusadas por Obiang la semana pasada de corrupción y malversación de fondos. Sin embargo, todo parece indicar que se ha escogido una víctima propiciatoría en el tema de la corrupción y que Obiang no tiene intención de proseguir las investigaciones ante las presiones de la camarilla de Mangomo, su pueblo natal, establecida desde los tiempos de Macías en los puestos de más responsabilidad del país. Resulta significativo el hecho de que de los nueve altos cargos polítioos y diplomáticos nombrados hoy, nada menos que cinco procedan de Mangomo.

Por otra parte, según ha podido saber EL PAÍS en fuentes cercanas a la Presidencia, la carta entregada el pasado fin de semana al Rey Juan Carlos por el embajador de Guinea en Madrid no contenía, como se ha afirmado en algún medio informativo, ninguna petición para el envío de tropas españolas a Guinea Ecuatorial. Estas fuentes han manifestado que en la citada carta Obiang explicaba al Rey la crítica situación económica y administrativa que atraviesa su país y le pedía ser recibido personalmente por él y no por el jefe del Ejecutivo en una escala que, caso de ser atendida su petición, realizaría en Madrid en un próximo viaje a Pekín, donde ha sido invitado por el Gobierno chino. Esta petición de entrevista al monarca español refuerza la credencial extendida en Malabo de que Obiang desea basar principalmente sus relaciones con España en un estrechamiento de los lazos personales con la Corona, que según entiende el jefe del Estado guineano, es la ínstitución verdaderamente permanente en España.