El teléfono de la esperanza
Me sorprende que el secretario de Estado para la Sanidad pueda.dar respuesta a los tantos fallos de nuestra Seguridad Social; pero, en fin, llamo al teléfono 435 34 34, donde, como maniobra electorera, se brinda a contestar directamente a los ciudadanos. Allí planteo una simple pregunta: ¿cómo explican las autoridades sanitarias, que después de construir ambulatorios previstos con asistencia médica deI especialidades se inaugure sólo con consultas de medicina general y, por tanto, los asegurados deban seguir desplazándose a otras localidades para.recibir la asistencia debida? ¿,No es gastar m...
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Me sorprende que el secretario de Estado para la Sanidad pueda.dar respuesta a los tantos fallos de nuestra Seguridad Social; pero, en fin, llamo al teléfono 435 34 34, donde, como maniobra electorera, se brinda a contestar directamente a los ciudadanos. Allí planteo una simple pregunta: ¿cómo explican las autoridades sanitarias, que después de construir ambulatorios previstos con asistencia médica deI especialidades se inaugure sólo con consultas de medicina general y, por tanto, los asegurados deban seguir desplazándose a otras localidades para.recibir la asistencia debida? ¿,No es gastar mucho dinero para luego no beneficiar en nada a los ciudadanos? ¿Qué hay detrás? Eso acaba dp pásar en Lucena.Toma nota otro señor y me invita a marcar otro teléfono, el 239 82 31, de Sanidad de Madrid. Vuelvo a plantear la pregunta y me indican que llame al Insalud porque ellos no pueden contestar. Cuelgo y me sontío de pena. ¿Qué creía el señor Sánchez Harguíndey: que nos la iba a pegar? Ya me extrañaba que hubiese respuesta a tanta incoherencia.