Los líderes de la URSS intentan de nuevo elevar la producción de bienes de consumo

Los dirigentes soviéticos han vuelto a insistir nuevamente en la necesidad de incrementar la producción de los bienes de consumo. El pasado miércoles, todos los periódicos de la URSS recogían en su primera página una resolución hecha en este sentido por el Gobierno y el Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética(PCUS).La resolución no era bastante explícita. Nuevamente se insistía en algunos de los objetivos del actual plan quinquenal -que deberá concluir a finales de 1985.

A pesar de que los soviéticos -y especialmente los rusos- son los más sufridos consumidores del mu...

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Los dirigentes soviéticos han vuelto a insistir nuevamente en la necesidad de incrementar la producción de los bienes de consumo. El pasado miércoles, todos los periódicos de la URSS recogían en su primera página una resolución hecha en este sentido por el Gobierno y el Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética(PCUS).La resolución no era bastante explícita. Nuevamente se insistía en algunos de los objetivos del actual plan quinquenal -que deberá concluir a finales de 1985.

A pesar de que los soviéticos -y especialmente los rusos- son los más sufridos consumidores del mundo socialista, parecen superar este problema con resignación. Pero, en cualquier caso, algunos observadores occidentales piensan que este tipo de rriedidas para el incrernento de la producción de bienes de consurno pueden tener carácter preventivo, en evitación de estallidos de descontento.

Según las previsiones del actual plan, las diversas ramas del sector B deberán incrementar su producción de un 11,5% a más de un 40%, llegando en algunos casos a duplicar la fabricación de determinados objetos, como electrodomésticos, televisores en color y magnetófonos.

Dos son las medidas básicas con las que el Gobierno de la URSS trata de alcanzar estos objetivos: por un lado, flexibilizando el sistema planificador y dotándolo de una relativa descentralización, y por otro, estimulando a los trabajadores del sector B.

El mimo con el que los soviéticos han cuidado este último sector desde que hace 64 años triunfara la revolución ha llevado a descuidar la producción de objetos de consumo de tal modo que buena parte de los artículos de uso corriente en Occidente es prácticamente inencontrable en la Unión Soviética.

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