El Gobierno guatemalteco reconoce que el jesuita español Pérez Alonso fue secuestrado

El Gobierno de Guatemala ha reconocido ante el español que el jesuita Carlos Pérez Alonso, desaparecido el pasado domingo en la capital del país, fue secuestrado, y ha manifestado su preocupación e inquietud por esta desaparición. Simultáneamente, el ministro de Educación guatemalteco declaraba que "varios de los religiosos que se encuentran en Guatemala están vinculados con las organizaciones guerrilleras". La comunicación del Gobierno guatemalteco llegó al español por medio del encargado de negocios venezolano en Guatemala en su calidad de representante de los intereses españoles en el país ...

El Gobierno de Guatemala ha reconocido ante el español que el jesuita Carlos Pérez Alonso, desaparecido el pasado domingo en la capital del país, fue secuestrado, y ha manifestado su preocupación e inquietud por esta desaparición. Simultáneamente, el ministro de Educación guatemalteco declaraba que "varios de los religiosos que se encuentran en Guatemala están vinculados con las organizaciones guerrilleras". La comunicación del Gobierno guatemalteco llegó al español por medio del encargado de negocios venezolano en Guatemala en su calidad de representante de los intereses españoles en el país centroamericano, con el que España rompió relaciones diplomáticas tras el asalto a la Embajada española en enero de 1980.

La Oficina de Información Diplomática (OID) del Ministerio de Asuntos Exteriores hizo ayer público un comunicado informando de la entrevista del diplomático venezolano con el ministro guatemalteco de Gobernación. El ministro ha manifestado", según la OID, "que el caso del padre Pérez Alonso constituye un secuestro y que el Gobierno guatemalteco expresa su preocupación e inquietud".El padre Pérez Alonso era capellán de prislones y de las fuerzas armadas, y para su búsqueda el Gobierno ha destacado un servicio especial de la policía y el Ejército. Según testigos presenciales, el secuestro fue realizado en plena calle por dos hombres cuando el jesuita salía de decir misa.

La situación de los religiosos en el país se ha tornado aún más delicada tras la denuncia gubernamental de que "varios religiosos se encuentran vinculados con las agrupaciones guerrilleras".

Mientras tanto, la actividad guerrillera continúa. Tres policías resultaron muertos el martes en una emboscada.