Washington advierte a sus aliados para que no secunden el ejemplo francés

Estados Unidos reaccionó ayer tarde de forma un tanto tajante contra la presencia de cuatro destacados miembros del Partido Comunista francés (PCF) en el nuevo Gobierno de François Mitterrand, y aprovechó para advertir que «el tono y el contenido» de sus relaciones, en tanto que aliados, «se verán afectados por la inclusión de comunistas en ese Gobierno o en cualquier otro Gobierno de nuestros aliados de Europa occidental».A las veinticuatro horas de conocerse la composición del segundo Gabinete del primer ministro Pierre Mauroy, y una vez que el comunicado contó con el visto bueno del preside...

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Estados Unidos reaccionó ayer tarde de forma un tanto tajante contra la presencia de cuatro destacados miembros del Partido Comunista francés (PCF) en el nuevo Gobierno de François Mitterrand, y aprovechó para advertir que «el tono y el contenido» de sus relaciones, en tanto que aliados, «se verán afectados por la inclusión de comunistas en ese Gobierno o en cualquier otro Gobierno de nuestros aliados de Europa occidental».A las veinticuatro horas de conocerse la composición del segundo Gabinete del primer ministro Pierre Mauroy, y una vez que el comunicado contó con el visto bueno del presidente Ronald Reagan, el Departamento de Estado hizo pública la primera reacción oficial a la polémica presencia, aunque minoritaria, de comunistas en el Gobierno francés, por vez primera en 34 años.

Washington reconoce y «respeta plenamente el derecho del Gobierno de Francia a determinar su propia composición», se afirma en el comunicado, en el que asimismo se deja claro que Francia, «en tanto que nación democrática soberana, ha escogido un nuevo presidente y un nuevo cuerpo legislativo». Y, según se recalca al comienzo de la nota, «Francia es un aliado y un amigo apreciado de Estados Unidos ».

Pero todo ello no implica que Washington acepte, sin más, que miembros de partidos comunistas ocupen carteras en los Gobiernos de Europa occidental. El comunicado recuerda que desde el final de la segunda guerra mundial todas las Administraciones norteamericanas «han seguido una política semejante». «Nuestra política no ha cambiado», remacha la Administración Reagan.

Mientras tanto, en París, el primer Consejo de Ministros de este Gabinete histórico se reunió ayer en un clima de euforia política. Mitterrand dijo que se trataba de un «Gobierno de unión», y anunció medidas importantes desde el mismo momento en que se abra la primera sesión parlamentaria, el 2 de julio.

Páginas 2,3 y 4 Editorial en página 10

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