"El POUP ha retrocedido paso a paso bajo la presión de la contrarrevolución"

Queridos camaradas:El Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética se dirige a vosotros por esta carta, sintiendo una inquietud profunda por el porvenir del socialismo en Polonia y por Polonia como país libre e independiente.

Nuestra actitud viene dictada por el interés que tenemos, como miembros del partido, en los asuntos del partido de los comunistas polacos, de toda la nación hermana polaca y de Polonia socialista como parte integrante del Tratado de Varsovia y del Consejo de Ayuda Económica Recíproca (Comecón). Los comunistas soviéticos y polacos han actuado codo con ...

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Queridos camaradas:El Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética se dirige a vosotros por esta carta, sintiendo una inquietud profunda por el porvenir del socialismo en Polonia y por Polonia como país libre e independiente.

Nuestra actitud viene dictada por el interés que tenemos, como miembros del partido, en los asuntos del partido de los comunistas polacos, de toda la nación hermana polaca y de Polonia socialista como parte integrante del Tratado de Varsovia y del Consejo de Ayuda Económica Recíproca (Comecón). Los comunistas soviéticos y polacos han actuado codo con codo en el combate contra el fascismo y han estado ligados durante todos los años de la posguerra. Nuestro partido y los soviéticos han ayudado a sus camaradas polacos en la constitución de una nueva vida. Y no podemos dejar de inquietarnos por el peligro mortal que pesa actualmente sobre las conquistas revolucionarias de la nación polaca.

Lo decimos abiertamente: ciertas tendencias en el desarrollo de la República Popular de Polonia, en particular en el dominio de la ideología y de la política económica de su precedente dirección, habían provocado ya nuestra inquietud durante varios años.

En pleno acuerdo con el espíritu de las relaciones existentes entre el PCUS y POUP, hemos hablado a los dirigentes en el curso de conversaciones al más alto nivel y en otras reuniones. Desgraciadamente, estas advertencias amistosas, así como las declaraciones profundamente críticas en el seno del POUP, no han sido tomadas en consideración, e incluso han sido ignoradas. En consecuencia, una crisis profunda ha estallado en Polonia, y se ha extendido a toda la vida política y económica del país.

El cambio de toda la dirección del POUP, el esfuerzo desarrollado para superar los graves errores ligados a la violación de las reglas de la construcción del socialismo con el fin de recuperar la confianza de las masas y, ante todo, la de la clase obrera en el partido, y para reforzar la democracia socialista, han encontrado nuestra plena comprensión.

Desde los primeros días de la crisis, nosotros juzgamos importante que el partido se oponga de forma decidida a las tentativas de los enemigos del socialismo de aprovecharse, para sus fines a largo plazo, de las dificultades surgidas. Pero nada se ha hecho en este sentido. Las continuas concesiones a las fuerzas antisocialistas y a sus exigencias han llevado a que el POUP retroceda, paso a paso, bajo la presión de la contrarrevolución interna, que encuentra su apoyo en los centros extranjeros imperialistas de agitación.

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Un compló criminal contra el poder popular

Actualmente, la situación es no sólo peligrosa, si no que ha llevado al país a una situación crítica. No es posible sostener otra apreciación. Los enemigos de Polonia socialista no se ocultan, y en particular no ocultan sus intenciones. Combaten por el poder y lo están conquistando. Toman el control de una posición tras otra. La contrarrevolución se sirve del ala extremista de Solidaridad como fuerza de ataque. Engañándolos, ha arrastrado a los obreros que han entrado en un sindicato profesional en un compló criminal contra el poder popular. Se ha desatado una ola de anticomunismo y antisovietismo. Las fuerzas imperialistas emprenden intentos cada vez más audaces, e intervienen en los asuntos internos de Polonia.El peligro serio que pesa sobre el socialismo en Polonia constituye igualmente una amenaza para la existencia misma de un Estado polaco independiente. Si lo peor se produjese y los enemigos del socialismo llegasen al poder, si Polonia no se beneficiase más de la defensa de los países socialistas, entonces rápidamente las manos del imperialismo la alcanzarían. ¿Quién podría garantizar entonces la independencia, la soberanía, las fronteras de Polonia como Estado? Nadie.

Camaradas, conserváis el recuerdo de la reunión de los dirigentes de los partidos hermanos, de los países de la comunidad socialista, que se desarrolló en el POUP el 5 de diciembre de 1980. El 4 de marzo de 1981 se celebraron las conversaciones de la dirección soviética con la delegación del POUP en el XXVI Congreso del PCUS. El 23 de abril de este año, una delegación del PCUS se reunió con la dirección socialista polaca en su totalidad. En el curso de esos encuentros, así como en el de otros contactos, hemos comunicado nuestra inquietud creciente ante las actividades de las fuerzas contrarrevolucionarias en Polonia. Hemos hablado de la necesidad de superar la confusión en las filas del POUP, de defender de forma decidida sus cuadros contra los ataques de los enemigos y de defender el poder popular ofreciéndole un escudo en cada pecho.

La atención se centró particularmente sobre el hecho de que el adversario ha subordinado bajo su control los medios de información de masas, que en su mayoría se han convertido en instrumento de actividades antisocialistas y de las que se sirven para socavar el socialismo y descomponer al partido. La atención se centró sobre el hecho que no se había ganado la batalla por el partido mientras la Prensa, la radio y la televisión trabajen no para el POUP, sino para sus enemigos.

Hemos insistido con vigor en la necesidad de reformar en el país la autoridad de los órganos de orden público, del Ejército y de defenderlos contra las ambiciones de las fuerzas contrarrevolucionarias. Dejar que tengan éxito las tentatativas de calumniar y de descomponer los órganos de seguridad, de la milicia y del Ejército, implica prácticamente el desarme del Estado socialista y su abandono a los enemigos de clase.

Queremos subrayar que en todos los problemas abordados, S. Kania, W. Jaruzelski y los otros camaradas polacos habían expresado su acuerdo con nuestros puntos de vista. Pero, de hecho, ha quedado sin cambios y no se ha operado ninguna rectificación en la política de concesiones y de compromisos. Se cede una posición tras otra, sin tener en cuenta los documentos de los plenos restringidos, en los que se daba cuenta de una amenaza contrarrevolucionaria. Hasta el momento, ninguna medida ha sido adoptada en la práctica para hacerle frente, y no se nombra directamente a los organizadores de la contrarrevolución.

Estos últimos tiempos, la situación en el seno del POUP se ha convertido en un tema de preocupación particular. Queda poco más de un mes para el congreso. Pese a esto, las fuerzas hostiles al socialismo son las que dan cada vez más el tono en la campaña electoral. No es raro que algunas personas escogidas al azar y que propugnan abiertamente puntos de vista oportunistas entren en las direcciones de las organizaciones locales del partido y cuenten con delegados a las conferencias y congresos. Este hecho no puede dejar de inquietarnos. Como resultado de las múltiples manipulaciones de los revisionistas y oportunistas enemigos del POUP, activistas experimentados, totalmente entregados a la causa del partido y que poseen una reputación y una moralidad irreprochables, han sido apartados.

El hecho de que entre los delegados elegidos para el congreso próximo se encuentre un número extremadamente débil de comunistas procedentes de medios obreros inquieta profundamente. El curso de los preparativos del congreso se ha complicado por el movimiento llamado de estructuras horizontales, que constituye el instrumento de desmantelamiento del partido, dispuesto por los oportunistas para promover en el congreso a los hombres que le son indispensables y orientar sus trabajos sobre la vía que les favorece.

No hay que excluir que en el curso del congreso pueda lanzarse una tentativa para dar un golpe decisivo a las fuerzas marxistas-leninistas del partido, con el fin de llevarlo a su liquidación.

Antisovietismo de toda especie

Queremos decir especialmente que desde los últimos meses las fuerzas de la contrarrevolución difunden activamente el antisovietismo en todas sus facetas, con el fin de borrar todos los resultados a la actividad de nuestros dos partidos, de resucitar los sentimientos nacionalistas y antisoviéticos en las diferentes capas de la»sociedad polaca. Sostienen que la Unión Soviética saquea a Polonia, y han dicho esto sin tener en cuenta el hecho que la Unión Soviética ha aportado y aporta una enorme ayuda material suplementaria en este periodo difícil. Se dice esto del país que, por sus entregas de petróleo, de gas, de mineral, de algodón a precios de una y medio a dos veces más bajos que los precios mundiales, abastece de hecho las principales ramas de la industria polaca.Respetados camaradas, al dirigiros esta carta no sólo tenemos en cuenta nuestra inquietud por la situación de la Polonia hermana, por las condiciones y perspectivas futuras de la cooperación soviético-polaca. En un grado no menos elevado, nosotros estamos, así como los partidos hermanos, inquietos por el hecho que la ofensiva de las fuerzas antisocialistas, enemigas en la República Popular de Polonia, amenaza los intereses de toda nuestra comunidad, su cohesión, su integridad y la seguridad de sus fronteras. Sí, nuestra seguridad común.

La reacción imperialista sostiene y estimula la contrarrevolución polaca, no disimula sus esperanzas de cambiar en su favor una relacion de fuerza en Europa y en el mundo. El imperialismo se sirve activamente de la crisis polaca con el fin de calumniar el sistema económico, los ideales y los principios del socialismo. Y le sirve para nuevos ataques contra el movimiento comunista internacional.

Así, no descansa solamente sobre el POUP una responsabilidad histórica sobre la suerte de su propio país, su independencia y su progreso, por la causa del socialismo en Polonia. Una enorme responsabilidad para los intereses comunes de la comunidad socialista reposa igualmente sobre vosotros, camaradas.

Movilizar todas las fuerzas sanas

Estimamos que existe todavía la posibilidad de que no se llegue a lo peor y de evitar una catástrofe nacional. En el POUP hay muchos comunistas honestos y decididos, dispuestos a combatir por los ideales del marxismo-leninismo, por una Polonia independiente. En Polonia hay numerosas personas entregadas a la causa del socialismo. La clase obrera, los trabajadores -incluso en los que han sido arrastrados por engaño en las maquinaciones de los enemigos seguirán al partido.Se trata ahora de movilizar todas las fuerzas sanas de la sociedad, con el objetivo de hacer frente al adversario de clase y combatir la contrarrevolución. Esto exige en primer lugar una voluntad revolucionaria del partido, de sus militantes y de su dirección. Sí, de su dirección. El tiempo no espera. El partido puede y debe encontrar en sí mismo las fuerzas para cambiar el curso de los acontecimientos y encauzarlos por la buena vía antes del congreso.

Quisiéramos tener la convicción que el Comité Central del Partido Comunista de la Polonia hermana sabrá estar a la altura de sus responsabilidades históricas. Deseamos asegurarnos, queridos camaradas, que en estos días difíciles, como siempre en el pasado, el Comité Central del Partido Comunista, toda la nación soviética, son solidarios de vuestro combate. Nuestro punto de vista ha sido expresado con decisión en la declaración del camarada Breznev en el XXVI Congreso PCUS: no dejaremos que se atente contra Polonia socialista y no abandonaremos en la desgracia a un país hermano.

El texto íntegro de esta carta, cuyo contenido reproducimos, ha sido traducido del diario Le Monde.

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