El comandante Cortina, procesado por el 23-F

El comandante de Infantería José Luis Cortina destituido recientemente como jefe de operaciones del Centro Superior para la Información de la Defensa (CESID), ha sido procesado por la autoridad si judicial militar que entiende el caso del fallido golpe de Estado, según confirmó ayer a EL PAÍS un portavoz oficial del Ministerio de Defensa. El comandante Cortina ha sido procesado como presunto autor de un delito de rebelión militar, y se encuentra recluido en la prisión militar de Alealá de Henares (Madrid). El procesado será defendido por el abogado Rogelio García Villalonga.La presunta implica...

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El comandante de Infantería José Luis Cortina destituido recientemente como jefe de operaciones del Centro Superior para la Información de la Defensa (CESID), ha sido procesado por la autoridad si judicial militar que entiende el caso del fallido golpe de Estado, según confirmó ayer a EL PAÍS un portavoz oficial del Ministerio de Defensa. El comandante Cortina ha sido procesado como presunto autor de un delito de rebelión militar, y se encuentra recluido en la prisión militar de Alealá de Henares (Madrid). El procesado será defendido por el abogado Rogelio García Villalonga.La presunta implicación de José Luis Cortina en los sucesos del 23 de febrero saltó a la opinión pública a finales del mes pasado, cuando se supo que había sido destituido de su puesto de jefe de los servicios operativos del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID). El cese fue atribuido en aquella ocasión a los frecuentes contactos que el citado jefe habría mantenido con el teniente coronel Tejero mientras se preparaba la intentona fallida del 23 de febrero.

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Cortina por su implicación en el fallido golpe militar

Viene de primera página

Concretamente, según las declaraciones de Tejero al juez, filtradas por la Prensa a principios de mayo, el comandante Cortina y el teniente coronel golpista se reunieron en una calle del Parque de las Avenidas y, posteriormente, en el domicilio del primero. Parece que el comandante Cortina le comunicó a Tejero que conocía los preparativos de la operación militar y le confesó el nombre de la persona que se iba a poner al frente, en este caso el general Armada.

Tejero fue informado por Cortina, siempre según las declaraciones del primero al juez, de que «el mando es bicéfalo, pero la cabeza del águila del general Armada es mayor que la de Milans del Bosch»; que el Rey conocía la operación y que «los socialistas no iban a dar la menor guerra. El general Milans del Bosch, en una conversación posterior con Tejero, manifestó que el comandante Cortina era de absoluta confianza.

El militar procesado fue, junto con otros oficiales, un activo colaborador de Manuel Fraga Iribarne en las postrimerías del franquismo, dentro de la sociedad GODSA, una de las precursoras de lo que en la actualidad es Alianza Popular. Cortina había pertenecido con anterioridad a los servicios de información del almirante Carrero Blanco, concretamente al Servicio Central de Documentación (Seced), dirigido en aquel tiempo por el entonces comandante José Ignacio San Martín, uno de los militares actualmente procesados per participar en el intento de golpe.

José Luis Cortina fue también el defensor inicial de uno de los oficiales de la Unión Militar Democrática (UMD), el capitán Antonio García Marqués. Sin embargo, al entrever las dificultades que pata su propia carrera profesional le suponía una misión de este tipo, ya que se encontraba realizando el curso de Estado Mayor, renunció a ello.

Este jefe del Ejército Parece que tuvo alguna relación con la adquisición de los autobuses que trasladaron a los guardias civiles que comandaba Tejero al Congreso de los Diputados, extremo este que, aunque no aparece en las declaraciones del teniente coronel golpista, suena desde hace tiempo en medios castrenses. Sobre las declaraciones de Tejero, José Luis Cortina manifestó al poco tiempo de que su nombre apareciera implicado en el golpe que «consideraba inadmisibles las alusiones que ofenden gravemente a mi persona y prestigio profesional», calificándolas de «cúmulo de falsedades».

Con este nuevo procesamiento son ya treinta los generales, jefes y oficiales que se encuentran en esta situación.

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