Las Brigadas Rojas tirotean a un concejal napolitano
Ayer por la mañana, las Brigadas Rojas se adjudicaron el atentado ocurrido en Nápoles, en el que resultó herido el consejero municipal por la Democracia Cristiana Rosario Giovine. Un comando del grupo terrorista e extrema izquierda fotografié a Giovine, disparándole después varios tiros a las piernas.
Con una llamada telefónica al diario local Il Mattino, un portavoz de las Brigadas Rojas se adjudicó la autoría del atentado, explicando que la víctima es «responsable de la estratificación de los proletarios en paro».
Durante los últimos meses, Rosario Giovine estuvo vin...
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Ayer por la mañana, las Brigadas Rojas se adjudicaron el atentado ocurrido en Nápoles, en el que resultó herido el consejero municipal por la Democracia Cristiana Rosario Giovine. Un comando del grupo terrorista e extrema izquierda fotografié a Giovine, disparándole después varios tiros a las piernas.
Con una llamada telefónica al diario local Il Mattino, un portavoz de las Brigadas Rojas se adjudicó la autoría del atentado, explicando que la víctima es «responsable de la estratificación de los proletarios en paro».
Durante los últimos meses, Rosario Giovine estuvo vinculado a los problemas del desempleo en Nápoles -la ciudad con mayor índice de paro en Italia-, que se han agravado considerablemente después del terremoto del pasado mes de noviembre.
Las Brigadas Rojas han acentuado en estas últimas semanas su ofensiva en el sur de Italia. Desde el 23 de abril mantienen en su poder a otro dirigente democristiano, Ciro Cirillo, consejero regional democristiano en la junta regional de la Campania.
A cambio de su liberación, los brigadistas exigen que sean requisadas numerosas viviendas en el centro de la ciudad de Nápoles, para poder así alojar a las todavía numerosas familias que perdieron su hogar tras el terremoto de noviembre.
La crisis de viviendas en la zona napolitana y la agudización del desempleo han provocado numerosas revueltas entre los inmigrados a Nápoles, cuyas condiciones de vida se han alterado sustancialmente desde los terremotos del pasado mes de noviembre que les obligaron a abandonar sus residencias en el campo. Además, los problemas de abastecimiento han enconado aún más la situación.