PAIS VALENCIANO

El embargo de un buque de Argelia en el puerto de Alicante enrarece las relaciones entre ese país y España

Argelia está decidida a exigir indemnizaciones a las autoridades competentes españolas por la inmovilización forzada del transbordador argelino Tipasa en el puerto de Alicante y el perjuicio causado a sus ochocientos pasajeros. En este sentido se pronunciaron ayer fuentes autorizadas del Ministerio de Asuntos Exteriores argelino, que subrayaron que el incidente puede afectar a las relaciones hispano- argelinas.

El Tipasa fue autorizado, en la noche del miércoles a zarpar en dirección a Orán, después de que un tribunal de Barcelona ordenara a las autoridades portuarias de Alicant...

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Argelia está decidida a exigir indemnizaciones a las autoridades competentes españolas por la inmovilización forzada del transbordador argelino Tipasa en el puerto de Alicante y el perjuicio causado a sus ochocientos pasajeros. En este sentido se pronunciaron ayer fuentes autorizadas del Ministerio de Asuntos Exteriores argelino, que subrayaron que el incidente puede afectar a las relaciones hispano- argelinas.

El Tipasa fue autorizado, en la noche del miércoles a zarpar en dirección a Orán, después de que un tribunal de Barcelona ordenara a las autoridades portuarias de Alicante la aplicación de una medida suspensoria del secuestro dictado el martes por un juez de esa última localidad, a petición de dos sociedades españolas dedicadas al comercio de cereales con empresas estatales argelinas.El clima político de las relaciones hispano-argelinas podría verse seriamente afectado por el incidente creado el pasado martes, en el puerto de Alicante, al ser embargado, por orden judicial, el navío transbordador argelino Tipasa, que cubre la ruta Orán-Alicante. El Ministerio de Asuntos Exteriores argelino lo considera un «gesto no amistoso», según las declaraciones hechas por un portavoz autorizado a EL PAIS, y «está examinando la situación, en todas sus implicaciones ... », según informa nuestro corresponsal en Argel, Manuel Ostos.

El Tipasa, -uno de los más modemos transbordadores de la flota mercante argelina, con un registro bruto de 7.000 toneladas, ha sido objeto de secuestro judicial, en respuesta a una queja planteada por una sociedad española de Barcelona, que afirma no haber recibido el abono, por concepto de fletes, de un servicio prestado a una empresa estatal argelina. La orden de embargo ha impedido que ochocientos pasajeros que debían haber regresado a Orán, a bordo del navío, tuvieran que permanecer en los muelles, en circunstancias que un portavoz de la Compañía Argelina de Navegación (Crían) calificó ayer de deplorables.

Perjuicios

Si el principio del embargo judicial no es rechazado por la parte argelina, ésta lo considera apresurado y afirma no entender por qué tal orden no fue aplicada en uno de los varios cargos, de bandera argelina, que se hallaban atracados en puertos españoles, en lugar de un transbordador encargado de cubrir una ruta comercial regularmente establecida. El perjuicio moral y físico causado a los pasajeros del Tipasa podría asimilarse a un «insulto a los derechos de la persona humana», según el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Soberanía

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La citada fuente ha declarado a EL PAIS que lo ocurrido en Alicante es «una violación de la soberanía de nuestro país», y como tal se traducirá en consecuencias directas sobre las relaciones hispano-argelinas, aunque, invitado a pronunciarse sobre la naturaleza de tales consecuencias, el portavoz declinó comentarlas.Las autoridades españolas habrían hecho saber a las argelinas que, en función de la separación de poderes, es imposible anular una orden judicial de embargo, pero tales argumentos, dicen en Argel, comportan «un matiz político» que estaría enraizado en lo que en Argel se considera un notorio giro de la política exterior española, en lo que concierne a las relaciones con los países del Magreb, en el sentido de dirigir el máximo de esfuerzos a sostener diplomáticamente a Marruecos.

Fuentes autorizadas argelinas manifestaron a este corresponsal que hay claros síntomas de una orientación «menos pragmática» del Gabinete de Calvo Sotelo en sus relaciones con Argel, aludiendo no ya sólo al tema del Sahara occidental, sino al voto de España en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en apoyo a una mención presentada por Estados Unidos sobre Namibia, contraria al Movimiento del Pueblo del Suroeste Africano (SWAPO), reconocido por la ONU como «único representante de Namibia».

Las citadas fuentes afirman que no puede descartarse que el Gobierno español busque un detonante para justificar públicamente una nueva y previsible etapa de tensión con Argelia.

Desdramatizar

Las autoridades argelinas han admitido, sin embargo, que el Gobierno español, una vez puesto al corriente del incidente, hizo todo lo posible para que el mismo no adquiriera proporciones más graves, en el marco de su competencia. El embajador español en Argel, José María Ullrich, quien se reincorporó ayer a su puesto, dirigió las gestiones diplomáticas para desdramatizar las consecuencias del embargo sobre el barco argelino y las incomodidades de los pasajeros bloqueados en Alicante.Fuentes diplomáticas españolas subrayaron a EL PAIS que el incidente, una vez resuelto y a defecto de la evolución del mismo, en su plano jurídico, no debe afectar a las relaciones hispano-argelinas, en ninguna de sus facetas, aunque admitieron que las primeras reacciones de la Cancillería argelina podían haberse visto impregnadas de una pasión lógica, dado que este caso no tiene precedentes.

Traslados

El Gobierno español dictó instrucciones para asegurar un máximo de atenciones a los ochocientos pasajeros bloqueados en Alicante, agregaron las citadas fuentes.La incertidumbre sobre el buen final de las conversaciones entre las autoridades de ambos países sobre la pronta salida del trasbordador motivó que se trasladara a los pasajeros del mismo al aeropuerto de Alicante, de donde serían evacuados mediante una flotilla de seis aviones procedentes de Argel y Orán. El consejero de Prensa de la Embajada argelina en Madrid se trasladó a Alicante para dirigir la evacuación. A los ochocientos pasajeros del barco se fueron añadiendo otros argelinos, que tenían previsto abandonar Alicante en los próximos días, con lo que el número total llegó aproximadamente a las 1.100 personas, que ocuparon totalmente todas las instalaciones del aeropuerto, y no ocultaban su profundo enfado con las autoridades españolas. Al conocer que el problema estaba en vías de solución y que el barco saldría hacia Orán, los pasajeros de éste fueron trasladados de nuevo al puerto, según informa nuestra corresponsal en Alicante, Mari Carmen Raneda.

Argelia retira documentación a tres barcos españoles

Las autoridades portuarias argelinas retiraron a los capitanes de tres barcos cargueros españoles la documentación de sus respectivos navíos, como represalia por lo ocurrido con el Tipasa, informa Efe.La documentación retirada a los barcos españoles es la patente y el rol, documentos sin los cuales los navíos no se pueden hacer a la mar.

Hasta el momento, las autoridades argelinas guardan el más estricto silencio sobre el tema.

Sin embargo, fuentes de todo crédito -según la citada agencia- indicaron los nombres de dos de los navíos españoles. Se trata del Dinamarca y el Villafranca. Se ignora todavía el nombre del tercero.

La retirada de la documentación de estos barcos ocurrió el miércoles por la tarde, veinticuatro horas después del embargo del transbordador argelino.

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