El plan norteamericano sobre Namibia ignora a la ONU

Estados Unidos, apoyado por el Reino Unido, propuso a Suráfrica, a través de su enviado especial Chester Crocker, una solución para Namibia que se aparta sustancialmente de la resolución 435 de las Naciones Unidas para la independencia de dicho territorio.Según algunas fuentes surafricanas, Estados Unidos, convencido definitivamente de que unas elecciones realmente libres le darían la victoria a la Organización Popular del Suroeste Africano (SWAPO), propuso la organización de elecciones bajo la supervisión de un comité de países occidentales, en el cual podrían estar representados los países d...

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Estados Unidos, apoyado por el Reino Unido, propuso a Suráfrica, a través de su enviado especial Chester Crocker, una solución para Namibia que se aparta sustancialmente de la resolución 435 de las Naciones Unidas para la independencia de dicho territorio.Según algunas fuentes surafricanas, Estados Unidos, convencido definitivamente de que unas elecciones realmente libres le darían la victoria a la Organización Popular del Suroeste Africano (SWAPO), propuso la organización de elecciones bajo la supervisión de un comité de países occidentales, en el cual podrían estar representados los países de la llamada «línea del frente» y las Naciones Unidas.

La segunda parte de la propuesta transmitida por Chester Crocker consiste en que el «grupo de contacto occidental» (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, República Federal de Alemania y Canadá), junto con Suráfrica, sean garantes de la futura acción del Gobierno de Namibia.

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Al parecer, la idea de celebrar una conferencia constitucional con vistas a la independencia, al estilo de la de Lancaster House para Zimbabue, ha sido definitivamente abandonada por EE UU.

El Reino Unido va aún más lejos que Estados Unidos y exige que previamente a las elecciones se garantice que Namibia seguirá siendo un régimen multipartidista, que los 110.000 blancos del territorio estarán representados en el Parlamento y que las propiedades adquiridas antes de la independencia no serán nacionalizadas.

El plan norteamericano cuenta con el apoyo del Reino Unido, la solidaridad condicionada de la República Federal de Alemania y la oposición de Francia y Canadá, que consideran que la resolución 435 de la ONU, que prescribe unas elecciones libres bajo los auspicios de esa organización, sigue siendo el instrumento más idóneo para una solución del problema de Namibia.

La visita que debe efectuar a Estados Unidos el próximo 14 de abril el ministro surafricano de Asuntos Exteriores, Pik Botha, tan mal acogida por los países africanos, sugiere que Suráfrica, con ciertas modificaciones, estaría dispuesta a negociar con los países occidentales sobre la base del plan norteamericano.

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