Levantan el arresto a otros 13 guardias civiles implicados en el asalto al Congreso

Ha sido levantado el arresto impuesto por el director de la Guardia Civil, general Aramburu, a tres cabos y diez números de dicho cuerpo que participaron en el asalto al Congreso de los Diputados el pasado 23 de febrero. Estos guardias no se vieron beneficiados por las medidas de gracia concedidas por el capitán general de la I Región Militar, teniente general Quintana, con motivo de la festividad del Jueves Santo, que afectaron a otros 51 guardias civiles implicados en el fracasado golpe militar.Los trece miembros de la Benemérita cuyo arresto ha sido levantado se encuentran a disposición del...

Ha sido levantado el arresto impuesto por el director de la Guardia Civil, general Aramburu, a tres cabos y diez números de dicho cuerpo que participaron en el asalto al Congreso de los Diputados el pasado 23 de febrero. Estos guardias no se vieron beneficiados por las medidas de gracia concedidas por el capitán general de la I Región Militar, teniente general Quintana, con motivo de la festividad del Jueves Santo, que afectaron a otros 51 guardias civiles implicados en el fracasado golpe militar.Los trece miembros de la Benemérita cuyo arresto ha sido levantado se encuentran a disposición del juez especial de este sumario, general García Escudero. No obstante, cabe recordar que entre las condiciones impuestas por el teniente coronel Tejero para su rendición, en la mañana del 24 de febrero, figuraba la de que no se exigiera responsabilidad a los números y suboficiales que actuaron bajo su mando en la toma del Congreso de los Diputados.

Actualmente se encuentran arrestados diecisiete jefes y oficiales de la Guardia Civil y veintinueve jefes y oficiales del Ejército, de los cuales cuatro son generales y uno es capitán de navío. La mayor parte de ellos se encuentran procesados por rebelión militar en el sumario que instruye el juez García Escudero. Por el momento sólo se ha procesado a un civil, Juan García Carrés, que fue detenido en la madrugada del 24 de febrero por presunta relación con los preparativos que dieron lugar al intento de golpe de Estado.

Desde los primeros días tras la liberación del Gobierno y de los miembros del Congreso, que estuvieron bajo la vigilancia de las metralletas de los asaltantes, se produjeron diversas declaraciones en el sentido de que los guardias civiles habían obedecido órdenes y que ignoraban cuál iba a ser la misión que se les encomendaba. Algunos de ellos lo afirmaron así incluso a los diputados que tenían encañonados durante el desarrollo de los hechos.

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