España y el Mercado Común

(...) Nuestro último ministro para las Relaciones con la Comunidad reiteró, a lo largo de su gestión, breve en el tiempo, pero eficaz al plantear claramente los temas y las dificultades, que el ingreso de España en la organización de Bruselas, al obligarnos a adecuar y fortalecer nuestra economía no sólo frente, sino sobre todo al compás de la europea, nos exigía ciertas reformas. Y que esas reformas coinciden con el interés evidente de la economía españolá. Nuestro sector exterior, expresado en las cifras comerciales y en las de la balanza de pagos, se explica en más de la mitad de su cuantía...

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(...) Nuestro último ministro para las Relaciones con la Comunidad reiteró, a lo largo de su gestión, breve en el tiempo, pero eficaz al plantear claramente los temas y las dificultades, que el ingreso de España en la organización de Bruselas, al obligarnos a adecuar y fortalecer nuestra economía no sólo frente, sino sobre todo al compás de la europea, nos exigía ciertas reformas. Y que esas reformas coinciden con el interés evidente de la economía españolá. Nuestro sector exterior, expresado en las cifras comerciales y en las de la balanza de pagos, se explica en más de la mitad de su cuantía por nuestra relación con la Europa comunitaria; vendemos a esos diez países, reunidos en un común mercado, más de la mitad de nuestras exportaciones, y recibimos de ellos casi el 60% de nuestro turismo, y la mitad de los créditos y capitales que del exterior nos llegan.Es, por tanto, impensáble mantener esa situación en un régimen de separación, que podría tornarse bien,.pronto en otro de indíferencia, cuando no de hostilidad. Se necesita nuestra incorporación a Europa, que implica contar con un sistema tributario análogo al eúropeo y perfeccionar, por tanto, y completar la actual reforma fiscal.

Nuestra peseta habrá de incorporarse al sistema monetario europeo ,y no danzar despreocupadamente en flotación limpia o sucia al bullir de los acontecimientos. Y ello exigirá una adecuada política monetaria, en la que el Banco de España, con sobra de técnica y de inteligencia, muestre un poco más de voluntad y de carácter en la política de creación de dinero en nuestro país, y el Gobierno no podrá seguir gastando lo que no tiene, en endeudamiento acelerado.

La inflación española no podrá seguir permanentemente por encima de la inflación europea, lo que imphca un baño de realismo y seriedad frente a las frivolidades de los sectores privilegiados, tanto si son sindicatos como si no.

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17 de marzo

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