Revive la huelga de hambre de los presos del IRA
Francis Hughes, de veintisiete años de edad, y en 1977 el hombre más buscado del Reino Unido, se unió el domingo a su compañero republicano Bobby Sands en una huelga de hambre en la prisión de Maze (Belfast), para exigir un estatuto político para los presos republicanos. Se espera que en las próximas semanas se les unan más prisioneros.Ayer, Bobby Sands, condenado a catorce años de prisión por tenencia ¡lícita de armas, entró en la tercera semana de una huelga de hambre que se espera culmine en Semana Santa, cuando los republicanos irlandeses, como viene siendo tradicional, organizan manifesta...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Francis Hughes, de veintisiete años de edad, y en 1977 el hombre más buscado del Reino Unido, se unió el domingo a su compañero republicano Bobby Sands en una huelga de hambre en la prisión de Maze (Belfast), para exigir un estatuto político para los presos republicanos. Se espera que en las próximas semanas se les unan más prisioneros.Ayer, Bobby Sands, condenado a catorce años de prisión por tenencia ¡lícita de armas, entró en la tercera semana de una huelga de hambre que se espera culmine en Semana Santa, cuando los republicanos irlandeses, como viene siendo tradicional, organizan manifestaciones para celebrar la insurrección de Dublín de 1916. Sands es considerado como el jefe de los provisionales del Ejército Republicano Irlandés (IRA) en la cárcel de Maze, y se opuso al abandono de la última huelga de hambre, el 18 de diciembre. Ahora parece decidido a llegar hasta la muerte si es necesario, concentrando la atención pública en esta huelga de hambre, y abandonando la llamada protesta sucia.
Se espera un aumento de la tensión en el Ulster, donde el secretario británico para Irlanda del Norte, Humphrey Atkins, abandonó discretamente la semana pasada la posibilidad de un régimen autonómico con Parlamento propio, ante la falta de acuerdo entre las comunidades católica y protestante.
Por otra parte, la cuestión del Ulster y de un posible acuerdo anglo-irlandés, ha provocado grandes divisiones en el Parlamento de Dublín, y podría llegar a convertirse en un punto de debate en las próximas elecciones.