De nuevo el divorcio

Parece que en los próximos días vamos a volver a enfrentarnos unos españoles con otros a raíz de la discusión en el Congreso de los Diputados de la ley de Divorcio. El tema hay que centrarlo en los recientes acontecimientos vividos en España. De entrada, la dimisión, aún sin explicar, del señor Suárez como presidente del Gobierno. Después, el golpe de Estado, y en medio, el documento de los obispos españoles sobre el divorcio.Son tres hechos que marcan de forma definitiva los próximos debates sobre el divorcio. Suárez se encontró con una difícil papeleta: el sector crítico de su partido, apoya...

Parece que en los próximos días vamos a volver a enfrentarnos unos españoles con otros a raíz de la discusión en el Congreso de los Diputados de la ley de Divorcio. El tema hay que centrarlo en los recientes acontecimientos vividos en España. De entrada, la dimisión, aún sin explicar, del señor Suárez como presidente del Gobierno. Después, el golpe de Estado, y en medio, el documento de los obispos españoles sobre el divorcio.Son tres hechos que marcan de forma definitiva los próximos debates sobre el divorcio. Suárez se encontró con una difícil papeleta: el sector crítico de su partido, apoyado por la Iglesia y las presiones directas de ésta. Ante este problema, el señor Suárez optó por la dimisión y por el giro a la derecha en la UCD, giro que se plasmó con la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como jefe del Ejecutivo. A continuación, el golpe de Estado, que ha supuesto el que vivamos corno si hubiese llegado a producirse.

La Iglesia tiene que comprender que ya está bien de golpes de Estado y de coartar la libertad de los individuos y los políticos. El Ejército debe entender que los españoles estamos con él siempre y cuando ellos, los militares, estén con nosotros, lo que no dudamos. Y, por último, el señor Fernández Ordóñez tiene que tomar una postura clara y definitiva. Si la ley de Divorcio sufre recortes, creo que Paco Ordóñez, no tiene ya nada que hacer en UCD. Si continúa en este partido, todas las expectativas de los españoles respecto de la honradez de este hombre y su coherencia política se perderán en el más absoluto rechazo hacia él y sus buenas posturas./ . Martínez.