Reagan pide a la OTAN más firmeza frente a la URSS

El presidente norteamericano pidió ayer a la Alianza Atlántica que «restablezca su autoridad» y se oponga al «aventurerismo soviético» en el mundo entero. En un discurso pronunciado ante las dos Cámaras del Parlamento canadiense, al finalizar su viaje a Ottawa, Reagan afirmó que los sacrificios económicos que ha pedido a sus compatriotas tienen por objetivo «encontrar de nuevo la confianza de los amigos y aliados de Estados Unidos».«La influencia de nuestro país y su capacidad para mantenerse estable y digno de confianza reposa en gran medida sobre el hecho de que tenemos una economía estable ...

El presidente norteamericano pidió ayer a la Alianza Atlántica que «restablezca su autoridad» y se oponga al «aventurerismo soviético» en el mundo entero. En un discurso pronunciado ante las dos Cámaras del Parlamento canadiense, al finalizar su viaje a Ottawa, Reagan afirmó que los sacrificios económicos que ha pedido a sus compatriotas tienen por objetivo «encontrar de nuevo la confianza de los amigos y aliados de Estados Unidos».«La influencia de nuestro país y su capacidad para mantenerse estable y digno de confianza reposa en gran medida sobre el hecho de que tenemos una economía estable y digna de confianza», añadió.

Reagan preciso en Ottawa que los países de la OTAN debían «defender juntos la integridad de su hemisferio, la inviolabilidad de sus naciones y luchar contra la importación del terrorismo». «Desde el otro lado del mar», declaró, «aludiendo a EE UU y Canadá, «nosotros nos oponemos a la inaceptable invasión soviética de Afganistán».

Analizando el presupuesto norteamericano para 1982, aludido por Reagan, la agencia Tass lo calificó ayer de «cohetes en lugar de mantequilla». Para la agencia oficial soviética, la «militarización» del presupuesto de EE UU obedece sobre todo a la modernización de las fuerzas nucleares estratégicas y tácticas, especialmente a la construcción de un nuevo bombardero estratégico y al aumento del número de misiles crucero.

Tass subraya la reducción general de la ayuda exterior y destaca, sin embargo, que Israel y Egipto «se llevarán la mejor parte» de la suma prevista.