El cortejo de la manifestación
Durante dos días seguidos, la sección de «Cartas al director» ha dado cabida a dos críticas dirigidas contra la participación de la LCR y el MC en la manifestación antigolpista del pasado día 27, lo que, sumado a la información y valoración de este diario sobre el tema, nos obliga a responder para evitar confusiones y malentendidos. Además de luchar contra el franquismo, nosotros nos hemos movilizado desde el primer día contra el intento Milans-Tejero, y seguimos estando en la misma trinchera de defensa intransigente de las libertades democráticas. Estamos al menos tan interesados como el que ...
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Durante dos días seguidos, la sección de «Cartas al director» ha dado cabida a dos críticas dirigidas contra la participación de la LCR y el MC en la manifestación antigolpista del pasado día 27, lo que, sumado a la información y valoración de este diario sobre el tema, nos obliga a responder para evitar confusiones y malentendidos. Además de luchar contra el franquismo, nosotros nos hemos movilizado desde el primer día contra el intento Milans-Tejero, y seguimos estando en la misma trinchera de defensa intransigente de las libertades democráticas. Estamos al menos tan interesados como el que más en esa defensa y en su ampliación. Quien cuestione esta trayectoria desconoce nuestra política o actúa de mala fé.Asistimos, pues, el día 27, porque coincidíamos con el sentimiento democrático de los cientos de miles de ciudadanos que participaron. Pero queríamos dejar clara nuestra opinión, a saber: los proyectos reaccionarios no se paran con el silencio, sino, como decía un artículo editorial de este diario, castigando a los responsables, a lo que nosotros añadimos que hay que depurar a fondo el aparato estatal y apelar a la movilización popular.
Es radicalmente falso que nuestra actitud haya sido provocadora en ningún sentido.
No tendríamos inconveniente en decir que respetamos opiniones distintas a las nuestras sobre el cortejo LCR-MC si los críticos hubiesen comenzado sus cartas condenando sin subterfugios la agresión policial de que fue objeto nuestro cortejo. Porque la forma de defender la libertad es luchar por ampliarla, no silenciando la agresión a la libertad de expresión que supone la brutal disolución por la policía de una manifestación pacífica./