Gutiérrez Mellado: "Hice lo que tenía que hacer, lo que me enseñaron cuando era cadete"

«Aquella noche no pasé miedo: hice lo que tenía que hacer, lo que me enseñaron cuando era cadete». Con estas palabras trataba de quitar importancia a su gesto el hombre que intentó desarmar a Tejero cuando éste asaltó el Congreso. El teniente general Manuel Gutiérrez Mellado, El Guti, recibió ayer el homenaje de los informadores acreditados en el Parlamento, y a través de ellos de toda la Prensa, en el restaurante del propio Congreso de los Diputados. Un homenaje que acabó con vivas al Rey, al Ejército, a la Guardia Civil y a España, coreadas por todos.

«Esto es un acto de amigos, pre s...

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«Aquella noche no pasé miedo: hice lo que tenía que hacer, lo que me enseñaron cuando era cadete». Con estas palabras trataba de quitar importancia a su gesto el hombre que intentó desarmar a Tejero cuando éste asaltó el Congreso. El teniente general Manuel Gutiérrez Mellado, El Guti, recibió ayer el homenaje de los informadores acreditados en el Parlamento, y a través de ellos de toda la Prensa, en el restaurante del propio Congreso de los Diputados. Un homenaje que acabó con vivas al Rey, al Ejército, a la Guardia Civil y a España, coreadas por todos.

«Esto es un acto de amigos, pre sidido por el afecto, y que perdu rará en mi memoria hasta que m muera». Gutiérrez Mellado, mo desto y simpático, emocionado , se sentía a sus anchas entre los periodistas y sonreía cuando rece que ya curados de espanto unos y otros gritaban: « ¡Al suelo! », « i Se agachen! », para que se apretaran los cuerpos y todos en trasen en el campo de las máquinas fotográficas, que sacaban la imagen para la posteridad: el teniente general orgullosamente rodeado por la Prensa.Mientras se toma un martini seco de aperitivo -«Esto me sienta fatal; pero, bueno»-, Gutiérrez Mellado comenta la noche del secuestro del Congreso. Ahora que se marcha a casa «como un particular», sólo piensa en descansar, «con mi familia, mis hijos y mis nietos, pescar, leer». ¿Qué lee? «Estoy con libros de historia: De Gaulle y otros políticos más o menos actuales. Entre otras cosas, estoy intentando averiguar si Felipe II era de izquierdas».

«¿Escribir mis memorias? No, harían mucho daño, y no quiero Si lo hiciera no podrían publicarse, por lo menos, hasta dentro de veinte años». El general piensa disfrutar un merecido descanso en Cataluña. «Estoy enamorado de Cataluña y tengo un amigo constructor allí». Tal vez lleve con él la grabación en video del asalto al Congreso, de su enfrentamiento con Tejero. «Creo que me lo van a regalar, y mejor será porque estoy reformando la casa y me encuentro sin blanca».

Militares y periodistas, amigos

El acto se hace más solemne cuando empieza la comida. Como se trata de periodistas, y los periodistas suelen tener prisa, las palabras son al principio, para ir ahorrando tiempo. Un compañe.ro dedica el homenaje, «de pro-funda admiración, no sólo por su gallarda actitud aquel funesto lunes, sino también por su trayectoria en los últimos tiempos».

Después, Gutiérrez Mellado se levanta y dice que, «esto es una reunión de amigos, se nota la amistad y el afecto». Y es que «los periodistas y los militares tenemos que ser amigos, espero que logréis esa unión». Lo de llamarlo homenaje le parece un poco exagerado. «Yo hice lo que tenía que hacer, como todos».

Estos todos son «las Cortes, su presidente, los del bar, los ujieres; el pueblo entero, el Rey, las Fuerzas Armadas, la Junta de Jefes de Estado Mayor, el Gobierno y el otro Gobierno paralelo, toda esa España que simplemente quiere vivir tranquila, sin nuevos problemas, sin que se pierda lo que hemos hecho en estos años por la locura de determinados señores que yo lo siento en mi alma porque han sido companeros míos, si lo son, que a cada uno le toque lo que sea».

«Los momentos son difíciles, pero si todos ponemos de nuestra parte saldremos adelante, porque este pueblo de España es estupendo. Yo he hecho lo que he podido con un solo programa: que no hubiera otra guerra civil en España, porque conocí una y no quiero que se repita. No sé si lo he hecho bien, pero he trabajado por todos" por el hombre de la boina o el ama de casa que no conocemos».

¡Viva la Guardia Civil!

En el punto culminante de su emoción, Gutiétrez Mellado grita vivas al Rey, al Ejército, a la Guardia Civil y a España, que los periodistas contestan unánimemente, aunque alguien comenta por lo bajo que se trata de «casi toda la Guardia Civil ». El general abraza a todos, simbolizados en la persona de una compañera de la Prensa, «que tengo la suerte de tener aquí al lado».

Cuando termina la comida, Gutiérrez Mellado sale entre aplausos, que rechaza -y lo hace «como Landelino», dice, cuando pide silencio en el Pleno, extendiendo ambas manos horizontalmente-, y apretando las manos de todos.

Al acto se sumó ayer prácticamente toda la Prensa. En la comida se leyeron varios telegramas o cartas de adhesión, entre ellas una de la Asociación de Periodistas Económicos y otra firmada conjuntamente por los jefes.de Prensa de UCD, PSOE, PCE y Coalición Democrática. Otros muchos mensajes le han sido entregados personalmente, entre ellos un telegrama de la redacción de EL PAIS.

Un ujier del Congreso se ha llevado un buen recuerdo. Al entrar, Gutiérrez Mellado había preguntado por el conserje que en la noche del asalto le prestó su mechero. Cuando le encontró le dijo que quería quedarse con el encendedor -un sencillo modelo de plástico- y que le daba el suyo. Este era de una de las más famosas marcas del mercado.

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