La Marina, el arma más favorecida por Reagan
La Marina norteamericana recibirá particular atención en el nuevo programa defensivo propuesto por la Administración Reagan al Congreso. De los 450 barcos y submarinos actualmente operacionales, se espera pasar a seiscientos en los próximos cinco años, incrementando también los actuales doce «grupos de batalla» a quince.
Portaviones, submarinos nucleares, cruceros, cargueros y aviones de combate cubren el abanico de mejoras previstas para la Navy, ante el espectacular incremento de la Marina soviética en la última década, que coloca en «inferioridad de condiciones» a la Marina estad...
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La Marina norteamericana recibirá particular atención en el nuevo programa defensivo propuesto por la Administración Reagan al Congreso. De los 450 barcos y submarinos actualmente operacionales, se espera pasar a seiscientos en los próximos cinco años, incrementando también los actuales doce «grupos de batalla» a quince.
Portaviones, submarinos nucleares, cruceros, cargueros y aviones de combate cubren el abanico de mejoras previstas para la Navy, ante el espectacular incremento de la Marina soviética en la última década, que coloca en «inferioridad de condiciones» a la Marina estadounidense en zonas como el Mediterráneo y Escandinavia, según análisis de los expertos.
Durante los próximos cinco años, la Administración Reagan se propone construir anualmente entre veinticinco y treinta nuevos navíos de distintas dimensiones y funciones.
El proyecto más espectacular, por su sofisticación y coste, es la fabricación de un nuevo portaviones nuclear, del tipo Nimitz, equipado con armamento atómico. Proyecto criticado por algunos miembros del Congreso por la «vulnerabilidad» de un portaviones ante los misiles enemigos y por el complemento de navíos suplementarios que necesita todo portaviones para su defensa en caso de batalla naval. Otros portaviones de la época de la segunda guerra mundial serán modernizados.
Se incrementará la producción de aviones de combate F-14 y F-18, junto con la adquisición de aviones de despegue vertical AV8B, de diseño británico, para potenciar la capacidad de ataque de la Marina norteamericana.