Dirigente sindical de Comisiones Marineras, condenado en consejo de guerra

En el consejo de guerra celebrado ayer en la sala de justicia de la zona marítima del Cantábrico, en El Ferrol, ha sido condenado a diez meses de prisión el dirigente de Comisiones Marineras, Romualdo Irijoa Chans, como autor de un delito de injurias a la autoridad militar. El fiscal solicitó la imposición de dos años de prisión, uno por el delito de injurias a la autoridad militar y otro por insultos a la fuerza armada.Los hechos ocurrieron el 28 de noviembre de 1979, cuando más de quinientas personas de la isla de Arosa se trasladaron a Villagarcía para protestar por el uso del arte de pesca...

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En el consejo de guerra celebrado ayer en la sala de justicia de la zona marítima del Cantábrico, en El Ferrol, ha sido condenado a diez meses de prisión el dirigente de Comisiones Marineras, Romualdo Irijoa Chans, como autor de un delito de injurias a la autoridad militar. El fiscal solicitó la imposición de dos años de prisión, uno por el delito de injurias a la autoridad militar y otro por insultos a la fuerza armada.Los hechos ocurrieron el 28 de noviembre de 1979, cuando más de quinientas personas de la isla de Arosa se trasladaron a Villagarcía para protestar por el uso del arte de pesca can. Una vez allí, se dirigieron desde el puerto hasta la Comandancia de Marina, protegida, por un suboficial y tres marineros. Cinco de estos manifestantes pretendieron hablar con el comandante de Marina, pero sólo fueron recibidos dos, mientras el resto se quedaba en el exterior.

Entre tanto, Romulado Irijoa, con un megáfono, se dirigió a los manifestantes y pronunció unas frases insultantes. Seguidamente se dirigió al suboficial que estaba de guardia, así como a los marineros de la misma, y les dijo que en lugar de apuntar a los manifestantes debían disparar contra los que estaban dentro.

Romualdo Irijoa se declaró inocente de estas últimas frases, aunque confesó itie sí había pronunciado la primera y que utilizó el megáfono para acallar a los participantes en el acto.

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