Reportaje:

Un hospital con una capacidad de 200 camas, infrautilizado en una zona con gran déficit sanitario

La residencia sanitaria Virgen de la Torre, de la Seguridad Social, situada en el pueblo de Vallecas y dotada con más de doscientas camas y de doscientas personas como personal, es probablemente uno de los casos más notorios de infrautilización hospitalaria en Madrid. Actualmente, una de sus cinco plantas permanece cerrada por falta de aplicación, sus tres quirófanos están fuera de uso durante casi todo el día y muchos de los profesionales destinados en él se quejan de sus largos periodos sin tarea posible y, sobre todo, de que en una barriada de 500.000 habitantes, cuyas deficiencias sanitari...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La residencia sanitaria Virgen de la Torre, de la Seguridad Social, situada en el pueblo de Vallecas y dotada con más de doscientas camas y de doscientas personas como personal, es probablemente uno de los casos más notorios de infrautilización hospitalaria en Madrid. Actualmente, una de sus cinco plantas permanece cerrada por falta de aplicación, sus tres quirófanos están fuera de uso durante casi todo el día y muchos de los profesionales destinados en él se quejan de sus largos periodos sin tarea posible y, sobre todo, de que en una barriada de 500.000 habitantes, cuyas deficiencias sanitarias han sido tan frecuentemente señaladas, pueda permitirse la existencia de un hospital que sólo funciona a un 50% de su capacidad, por falta de enfermos.

Los miembros del comité de empresa consideran inaceptable la actual situación del centro. «Fue inaugurado hace unos años. Inicialmente era un hospital privado, con su misma capacidad actual de 204 camas. Luego, sus dueños firmaron un concierto con mutualidades laborales y, posteriormente, fue comprado por la Obra 18 de Julio. En 1976, extinguida esta última organización, pasó a la actual Seguridad Social».Casi todos están de acuerdo en que respondería a las características que se atribuyen a un hospital de zona, es decir, al eslabón anterior a los grandes hospitales madrileños de hoy. «Tiene tres quirófanos asépticos, uno de urgencias, uno de otorrino, y servicios de radiología y laboratorio, además de las antedichas 204 camas, y de cocinas completas y capaces y un departamento de lavandería». Pero también está dotado con elementos técnicos para un máximo confort de los enfermos. «Las habitaciones disponen de tomas de oxígeno y de vacío en cada cama, dispositivo individual de aire acondicionado, hilo musical y televisión». La dotación técnica y humana del centro podría considerarse irreprochable y, comparativamente, modélica.

Menos del 50% en uso

La barriada de Vallecas, a la que se atribuye una población de 500.000 habitantes, «no dispone de otras camas hospitalarias que de éstas. Está solicitado que los quirófanos sean utilizados por setenta equipos quirúrgicos, pero en la práctica no acuden más de treinta. Nos parece irrazonable que enfermos que viven en Vallecas sean intervenidos habitualmente en centros situados, por ejemplo, en la zona de Cuatro Caminos, disponiendo como disponen de un centro como este, cuya proximidad territorial y su dotación lo harían indiscutible».La residencia sanitaria Virgen de la Torre permanece en la situación actual desde que se hizo cargo de ella la Seguridad Social. Hoy se nutre, sobre todo, de enfermos transferidos por la Ciudad Sanitaria Primero de Octubre para cuidados mínimos y, frecuentemente, en enfermos crónicos, y seniles, que permanecen durante años en el centro sin posibilidad alguna de curación. «Estas personas serían, más propiamente, los internos específicos de residencias geriátricas que los de un centro concebido para urgencias».

Lo cierto es que una de las cinco plantas del centro médico permanece cerrada por falta de uso.

Los miembros del comité de empresa, que han denunciado públicamente la infrautilización, de la residencia Virgen de la Torre, están convencidos de que habría, al menos, dos salidas para su utilización racional o, más exactamente, para darle la aplicación que demandarían las carencias hospitalarias de la barriada de Vallecas. «Habría que utilizarla como hospital de zona o conseguir que la utilizasen regularmente los equipos quirúrgicos de los ambulatorios. Repetimos que está previsto que setenta de estos equipos las usen, porque han recibido órdenes para ello, pero vienen unos treinta: nos consta que muchos de estos equipos han recibido la comunicación con las instrucciones hace más de medio año. Sin embargo, la situación no se resuelve, y ello nos parece inaceptable. No es que este sentimiento sea compartido por una mayoría de los profesionales que se encargan, con carácter fijo del centro: es algo que comparte la totalidad del personal».

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En