Informaciones mal intencionadas

Como lector habitual de ese periódico, reconozco, como todos hemos de reconocer, que es un modelo en punto a recoger toda clasePasa a página 12

Viene de página 11

de información sin detenerse a examinar, como es natural, la bondad intrínseca de ella. Ese criterio de imparcialidad a veces tiene consecuencias lamentables cuando, la información, recogida es aviesa, injusta y mal intencionada. Así ocurre, a mi modo de ver, con todo lo que viene publicándose en contra de la dirección de la clínica Puerta Hierro.

Soy antiguo cliente del doctor Segovia, antiguo secr...

Como lector habitual de ese periódico, reconozco, como todos hemos de reconocer, que es un modelo en punto a recoger toda clasePasa a página 12

Viene de página 11

de información sin detenerse a examinar, como es natural, la bondad intrínseca de ella. Ese criterio de imparcialidad a veces tiene consecuencias lamentables cuando, la información, recogida es aviesa, injusta y mal intencionada. Así ocurre, a mi modo de ver, con todo lo que viene publicándose en contra de la dirección de la clínica Puerta Hierro.

Soy antiguo cliente del doctor Segovia, antiguo secretario de Estado de Sanidad, y del doctor Figuera, quien me salvó la vida en una difícil intervención quirúrgica. Conociendo la categoría de estas personas, aunque ignoro cuáles pueden ser los posibles fallos de otras, creo que, toda persona de buena fe y amante de la verdad tiene que rechazar enérgicamente, como yo quisiera hacer en estas líneas si usted tiene la bondad de publicarlas, esos ataques duros, apasionadas y realmente intolerables que se vienen realizando contra esas dos personas, y pienso que los que estamos agradecidos a su profundo saber en la medicina y en la cirugía y a su completa entrega a los enfermos tenemos que protestar, como yo lo hago, con toda fuerza, intentando separar en la información la que se inspira en criterios de la verdad y la que se inspira en criterios que solamente persiguen hacer daño a personas honorables y cuya competencia es indiscutible.