Más de dos millones de gallegos, convocados a votar el Estatuto
Más de dos millones de gallegos tienen hoy una cita con las urnas para votar el Estatuto de Autonomía, tras una campaña que apenas ha conseguido superar la frialdad y atonía con que comenzó. Las previsiones más optimistas cifran la participación en un 45%, y las más pesimistas apuntan al 25%. El tiempo mejorará a mediodía, en que no habrá lluvias y las temperaturas serán suaves.Según nuestro corresponsal en Santiago, Perfecto Conde, no está claro el nivel de intervención que podrán establecer los distintos partidos. El bloque Nacional Popular Gallego, señalado como el que va a hacer mayores es...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Más de dos millones de gallegos tienen hoy una cita con las urnas para votar el Estatuto de Autonomía, tras una campaña que apenas ha conseguido superar la frialdad y atonía con que comenzó. Las previsiones más optimistas cifran la participación en un 45%, y las más pesimistas apuntan al 25%. El tiempo mejorará a mediodía, en que no habrá lluvias y las temperaturas serán suaves.Según nuestro corresponsal en Santiago, Perfecto Conde, no está claro el nivel de intervención que podrán establecer los distintos partidos. El bloque Nacional Popular Gallego, señalado como el que va a hacer mayores esfuerzos, extenderá su control hasta el 80% de las mesas. Aspecto singular de esta jornada es la presencia de los llamados «animadores» que, no se sabe si contratados por la Junta o por UCD, han viajado por parroquias y aldeas a fin de convencer a los electores de que acudan a votar. Dichos agentes cobran 2.000 pesetas por día, y una prima de cien pesetas, también por día, si vota Más del 30% del censo.
Pasa a página 19
Preparativos para animar a los electores a votar
Viene de primera páginaUna incógnita radica en saber si los mayores índices de abstención van a tener escenario en el medio rural o en las ciudades. La Junta de Galicia programó la actuación de un servicio móvil de recogida y devolución a sus casas de los electores, contando con el equipamiento de 1.099 vehículos de transporte, que puede acelerar eficazmente la participación rural. Más dificil resulta calcular la respuesta urbana, ya que en ella es evidente que se va a registrar el mayor peso de la abstención «política».
Dato significativo es que una parte minoritaria de las bases de algunos partidos que promueven el sí -particularmente del PCG, pero también, en menor med Ida, del PSOE- no parecen dispuestas a acatar la disciplina de voto y se muestran favorables a la abstención o al voto negativo. Paralelamente hay que dar fe de que en los puestos directivos de algunos gobíernos civiles se ha venido observando con recelo y desde posiciones críticas el papel jugado por la Junta de Galicia en la promoción publicitaria y en la organización del referéndum.
El primer Estatuto de Autonomía que tuvo Galicia, plebiscitado el 28 de junio de 1936, obtuvo un 99,23% de votos favorables, y sólo un 0,61 % en contra, con una abstención del 34%. En las distintas convocatorias a las urnas que se han producido desde 1976, la abstención evolucionó de la siguiente forma: referéndum para la reforma política, 30,99%; referéndum constitucional, 50,50%, elecciones generales de 1977, 40,64%, y elecciones general de 1979,48,72%.
Las previsiones del voto que puedan depositar hoy los 2.173.629 gallegos con derecho a hacerlo han sido abundantemente manejadas durante los últimos días. Miembros del Gobierno, como Pío Cabanillas o Juan José Rosón, reconocieron palpablemente su temor a que la abstención sea muy alta, y líderes políticos, como Alfonso Guerra, adelantaron que un margen de participación del 40% podrá ser considerado como «un éxito» en esta consulta popular. Como dato anecdótico cabe recordar que este día de diciembre es el de menos luz solar de todo el año, y uno de los más favorablemente elegidos por los paisanos gallegos para realizara matanza do porco (sacrificio de los cerdos).