EDUCACION

La Universidad Complutense elige mañana a su nuevo rector

Los seis aspirantes al cargo de rector de la Universidad Complutense que mantienen sus candidaturas ante las elecciones que van a tener lugar durante toda la jornada lectiva de mañana, miércoles, responden hoy a una encuesta de EL PAIS sobre algunos de los numerosos problemas que constituyen permanente actualidad en los medios universitarios. Tal vez convenga aclarar únicamente el significado de la expresión «paritarismo», demasiado específica del argot universitario, con la que se alude a la pretensión de que todos los estamentos tengan el mismo grado de participación en los órganos de gobier...

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Los seis aspirantes al cargo de rector de la Universidad Complutense que mantienen sus candidaturas ante las elecciones que van a tener lugar durante toda la jornada lectiva de mañana, miércoles, responden hoy a una encuesta de EL PAIS sobre algunos de los numerosos problemas que constituyen permanente actualidad en los medios universitarios. Tal vez convenga aclarar únicamente el significado de la expresión «paritarismo», demasiado específica del argot universitario, con la que se alude a la pretensión de que todos los estamentos tengan el mismo grado de participación en los órganos de gobierno de la universidad. PNN y PND son, respectivamente, las siglas de profesores no numerarios y de personal no docente.

La gran incógnita de estas elecciones sigue siendo el nivel de participación que vaya a producirse entre los estudiantes, como consecuencia de unas normas electorales que conceden escasa importancia a sus votos, pese a constituir el estamento más numeroso de la universidad y a pesar también del protagonismo teórico que suele concedérseles. Los porcentajes fijados por el Ministerio en el censo electoral se reparten entre los profesores numerarios, que disponen del-50%, y el resto de los estamentos: 20% para los no numerarios; 25% para los estudiantes y el 5% para el personal no docente.Como las normas no están claras, no se descarta una interpretación extraordinariamente desfavorable a los estamentos más numerosos. Hay que recordar que los estudiantes con matrícula oficial son 73.600 y que entre profesores no numerarios y becarios de investigación suman unos 3.500, mientras que los profesores numerarios no pasan de 1.300. Tal interpretación penalizaría la abstención, de tal modo que si, por ejemplo, sólo votaran 15.000 estudiantes, su peso real en el resultado final no sería de un 25%, sino del 5%. Tampoco puede olvidarse que únicamente asisten a clase la mitad de los alumnos matriculados, que sólo ha habido una semana de campaña electoral y, en suma, que la democratización de la universidad lleva tres años de retraso con el escepticismo consiguiente.

Francisco Bustelo

Selectividad. Debe repartirse el alumnado de forma más equitativa entre las tres universidades madrileñas. También, informar previamente al estudiante sobre las posibilidades reales de cada carrera. Como solución extrema, seleccionar atendiendo al rendimiento académico y al nivel de ingresos familiares.

Permanencia. Fijar un límite de convocatorias de acuerdo con los representantes de los estudiantes.

PNN. Establecer dos vías para llegar al profesorado: la de profesores de cuerpo y la de profesores contratados, con iguales deberes, derechos y remuneración.

Tasas. Del orden del 10% al 20% del coste total, con becas y bonificaciones según niveles de renta.

Dedicación. Potenciar la exclusiva y convertir en excepcional la parcial.

Absentismo. Debe ser controlado por el departamento y la facultad.

Paritarismo. Hasta que se apruebe la ley de autonomía universitaria, soy partidario de una participación idéntica de los tres estamentos del ámbito docente (numerarios, no numerarios y estudiantes) y de un 10% para el personal no docente.

Participación estudiantil. Comisiones de gobierno paritarias que trabajen en cada vicerrectorado. No tomar decisión alguna sin agotar las consultas con los interesados. Plena información de la labor rectoral.

PND. Al personal de servicios con contrato laboral, aplicar el convenio con una interpretación favorable y facilitar el paso al funcionariado al que lo desee. Al personal de administración, equiparar remuneraciones y facilitar el acceso interno a categorías superiores.

Salustiano del Campo

Selectividad. Su determinación por carreras debe corresponder a las Cortes Generales; para los centros específicos, su establecimiento dependerá del Consejo General de Universidades.

Permanencia. El límite para cada caso deberá fijarlo el Consejo General de Universidades.

PNN. Deberían prorrogarse sus contratos hasta la promulgación de los estatutos de la universidad. En los mismos se considerará su situación, ofreciéndoles un plazo de cinco años para concurrir a los concursos que se determinen.

Tasas. Las fijarán anualmente las Cortes. El Consejo General de Universidades será quien establezca las condiciones de la gratuidad y demás ayudas económicas al estudiante.

Dedicación. Debe generalizarse la dedicación exclusiva, remunerándose adecuadamente y valorándose periódicamente sus resultados docentes e investigadores. Cualquier otro tipo de dedicación debe ser excepcional.

Absentismo. El rector debe defender a los profesores de las imputaciones genéricas sobre absentismo y expedientar sin contemplaciones a quienes incumplen con sus deberes.

Paritarismo. No existe ninguna universidad seria en el mundo desarrollado que se gobierne por este principio.

Participación estudiantil. Los estudiantes tienen derecho a participar en los órganos colegiados permanentes de gobierno y a constituir sindicatos y asociaciones dentro del ámbito universitario.

PND. Conviene revisar la normativa por la que se rige, reconociendo su papel fundamental dentro de la universidad, equiparando sus remuneraciones con las de los funcionarios de la Administración Civil del Estado.

Mateo Díaz Peña

Selectividad. Ni a favor, ni en contra. Todo el mundo tiene derecho a estudiar. La responsabilidad tiene que adoptarla quien tenga capacidad de decisión. La universidad, sin fondos, carece de esa capacidad.

Permanencia. Son necesarias fórmulas que estimulen el rendimiento del alumno. La fórmula definitiva debería salir de una reflexión comunitaria sobre los métodos de control del trabajo del alumno.

PNN. Deben ampliarse las plantillas para que puedan acceder, al funcionariado todos los actuales PNN que tengan condiciones.

Tasas. La gratuidad absoluta ni parece viable ni demasiado deseable. El Estado deberá financiar totalmente los estudios de los alumnos que no puedan sufragar los gastos.

Dedicación. Sobre la base de que debe potenciar la dedicación de la mayoría, es necesario que se regulen las incompatibilidades económicas. La universidad no puede pretender regular con más acierto que el Parlamento este tema.

Absentismo. Hay que eliminarlo con la máxima dureza y aplicar el mismo criterio que en la empresa privada.

Paritarismo. Hay estamentos más manejables que otros. La participación debe depender de los temas. Huir de la representatividad por partidos políticos.

Participación estudiantil. Estudiar con seriedad las fórmulas para que el asociacionismo estudiantil funcione. Los partidos políticos deberían renunciar a seguir considerando a la universidad como una «academia de mandos».

PND. Es necesario un estatuto y una plantilla orgánica y mejorar sus retribuciones. Escucharlos y atenderlos en todo lo que les afecte.

Pedro Orive

Selectividad. Básicamente, estoy en contra del numerus clausus. En último extremo, la decisión debe ser adoptada por un claustro representativo y democrático.

Permanencia. Ni permanencia ilimitada ni favorecer el que se pueda truncar toda una vida por una asignatura. Debe contar el expediente académico junto con el juicio de un tribunal específico.

PNN. Es fundamental fijar los criterios que deben presidir la carrera universitaria, lo que dependerá más del desarrollo legislativo que de las autoridades académicas. En todo caso, hay que garantizar la estabilidad a quienes reúnan las condiciones adecuadas para la docencia y, por duro que parezca, procurar que abandonen la universidad quienes no aspiren con seriedad a convertirse en profesores numerarios.

Tasas. No es incumbencia de los rectores. No obstante, no puede olvidarse la existencia de fórmulas para recabar fondos para la universidad, aparte de la contribución del Estado.

Dedicación. Lo ideal es la dedicación exclusiva de la mayoría del profesorado. No puede, no obstante, imponerse como exigencia.

Absentismo. Cumplidas dichas condiciones, deben tomarse medidas adecuadas contra el incumplimiento y la irresponsabilidad.

Paritarismo. Todos deben tener voz y voto; pero cada estamento tiene su propia problemática. Sería un despropósito pedir soluciones técnicas con criterios no profesionales, simplistas o demagógicos.

PND. Debe ser homologado con los demás funcionarios de la Administración civil o de organismos autónomos.

Sergio Rábade

Selectividad. Soy partidario de ella. Cabe humanizar y perfeccionar el sistema actual, sin que pierda seriedad y rigor.

Permanencia. Tiene que haber un limite, por justicia social y seriedad universitaria. Sin él, los beneficiarios serán siempre las clases económicamente más pudientes.

PNN. Su futuro depende del marco que nos señale la ley y los estatutos. Su inseguridad actual es insostenible. Su futuro debe contemplarse desde una triple perspectiva: académica, económico-laboral y humana.

Tasas. Los rectores poco pueden decir al respecto. De todos modos, la solución no puede estar en su crecimiento desmesurado.

Dedicación. Es necesario un estatuto especial para el profesorado de ciertas facultades a quienes les es posible compatibilizar el ejercicio de la profesión y la docencia. La norma general debe ser la de la dedicación exclusiva.

Absentismo. Estoy dispuesto a evitarlo por todos los medios posibles.

Paritarismo. La participación en el gobierno de la universidad debe estar en estricta proporcionalidad con la responsabilidad. No se trata de establecer una jerarquía de poder, sino de preparación y responsabilidad.

Participación estudiantil. Hay que buscar fórmulas que posibiliten la asociación o sindicación de los estudiantes.

PND. Las retribuciones actuales son indignas en muchos casos. Tienen que disponer de cauces de promoción dentro de su ámbito, con igual criterio que el que se aplica en la Administración del Estado.

Martín Ruipérez

Selectividad. Amplitud mejor que selectividad. El problema del número es asunto del Parlamento y del Gobierno, que son quienes han de allegar los fondos necesarios.

Permanencia. El alumno no debería tener la obligación de examinarse al final de cada curso, sino cuando él mismo se considere en condiciones, como sucede en muchas universidades extranjeras.

PNN. Los actuales, en situación transitoria, tienen derecho a que se consolide su situación, mediante concursos abiertos.

Tasas. La universidad debe ser gratuita. Cuanto más fondos aporte el Estado, más bajas serán las tasas que haya de pagar el alumno.

Dedicación. Acabar con el pluriempleo y exigir la dedicación. Fórmulas flexibles para permitir el ejercicio privado de ciertas profesiones, con prioridad para la universidad.

Absentismo. Acabar con él con toda energía. Fijar un número de clases al año, a las que el alumno tendrá derecho. Los políticos deberían disfrutar de excedencia con reserva de plaza hasta el fin de su mandato.

Paritarismo. Todas las universidades del mundo marchan sobre el principio de la diversificación de funciones. La igualdad de la democracia se refiere a los derechos humanos de la persona. Cada cual debe realizar su función y exigir responsabilidades a todos.

Participación. Todos tienen derecho a saber lo que pasa en toda la universidad.

PND. Mejorar sus retribuciones y aumentar su bienestar subjetivo con un horario flexible, la mecanización de sus tareas y la eliminación de rigideces de la gerencia y la intervención.

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