El Gobierno estudia alternativas para reestructuración del refino

La vicepresidencia económica del Gobierno estudia en estos momentos, según la agencia Efe, cuatro alternativas que van desde la nacionalización a la liberación más absoluta para el subsector del refino. EI Gobierno se ha comprometido a plantear la reconversión del sector energético, y especialmente el subsector del refino, antes de fin de año.La primera de las cuatro alternativas citadas corresponde a Campsa y pretende la división del sector del petróleo en tres grupos: uno público, otro privado y un tercero mixto. El grupo público estaría encabezado por la Empresa Nacional del Petróleo (Enpet...

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La vicepresidencia económica del Gobierno estudia en estos momentos, según la agencia Efe, cuatro alternativas que van desde la nacionalización a la liberación más absoluta para el subsector del refino. EI Gobierno se ha comprometido a plantear la reconversión del sector energético, y especialmente el subsector del refino, antes de fin de año.La primera de las cuatro alternativas citadas corresponde a Campsa y pretende la división del sector del petróleo en tres grupos: uno público, otro privado y un tercero mixto. El grupo público estaría encabezado por la Empresa Nacional del Petróleo (Enpetrol) y en él se incluirían, entre otras empresas públicas, Hispanoil y Eniepsa. El grupo mixto o semipúblico, a cuya cabeza se situaría Campsa, integraría a Petronor, Petroliber y ERT. Y un grupo privado, por último, formado por Petromed y CEPSA. La distribución y la comercialización convergerían en el monopolio estatal Campsa.

El INI, por su parte, propone la creación de un gran grupo público, encabezado por Eripetrol, y un grupo privado reducido en torno a CEPSA.

La tercera alternativa, defendida por el Patrimonio del Estado (Ministerio de Hacienda), supone, en líneas generales, el mantenimiento de la actual situación basada en dos grupos mixtos. El primero de ellos, encabezado por Empetrol y Petroliber, tendría una mínima participación privada, y el segundo, formado por CEPSA, ERT y Petronor, contaría, por el contrarío, con una mínima participación pública. Por debajo de esta estructura estaría Campsa, como distribuidora, y cada uno de los grupos tendría su red de comercialización.

Por último, el sector privado defiende la postura de la liberalización del mercado energético en España, tanto en el aprovisionamiento como en el refino, la distribución o la comercialización.

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