Socialistas de todo el mundo hablan en Madrid de la paz, la libertad y la solidaridad

A partir de hoy, y durante cuatro días, Madrid será capital del socialismo mundial. Por vez primera, y en reconocimiento a la importancia del papel desempeñado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), la Internacional Socialista (IS), que preside el alemán Willy Brandt, inicia hoy en la capital española su decimoquinto congreso desde el fin de la segunda guerra mundial.

Paz, libertad y solidaridad serán los tres grandes temas que desarrollarán algunos de los más importantes políticos del mundo. Por unos días dejarán a un lado logros y proyectos nacionales para concentrarse en el...

A partir de hoy, y durante cuatro días, Madrid será capital del socialismo mundial. Por vez primera, y en reconocimiento a la importancia del papel desempeñado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), la Internacional Socialista (IS), que preside el alemán Willy Brandt, inicia hoy en la capital española su decimoquinto congreso desde el fin de la segunda guerra mundial.

Paz, libertad y solidaridad serán los tres grandes temas que desarrollarán algunos de los más importantes políticos del mundo. Por unos días dejarán a un lado logros y proyectos nacionales para concentrarse en el futuro del socialismo, dentro de la cada vez más complicada -y de nuevo, bipolar- situación internacional.Felipe González, anfitrión del congreso, dará la alternativa a las 41 delegaciones presentes -cuyo número se eleva a 67, incluyendo observadores y organizaciones asociadas- y dejará en manos del presidente de la IS, Willy Brandt, el trazado del marco de los debates que, en muchas ocasiones coincidirán con los que en teoría deberían haberse estado desarrollando, a escasos quinientos metros, en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa.

Se da por descontado que Brandt será reelegido como cabeza visible del socialismo, «cada vez más internacional», ya que entre los propósitos del político alemán está el abandonar por completo el eurocentrismo para abrir la Internacional Socialista a todos los continentes y, muy en especial, a América Latina.

El representante de uno de los quince partidos socialistas que en estos momentos ocupan el poder en sus respectivos países, el canciller austriaco, Bruno Kreisky, hará la introducción a la década de los ochenta, para desde ahí pasar a tratar más detenidamente los temas concretos de la apretada agenda.

Los representantes de Finlandia y Japón, Kalevi Sorsa e Ichio Asukata, presentarán el programa que sobre el control de armas y el desarme se ha venido preparando por mandato del anterior congreso de la IS, celebrado en Vancouver, hace dos años. En el grupo especial de estudio participó el socialista español José Miguel Bueno.

Dirigentes socialistas de tres continentes desarrollarán el cada día más urgente -y a menudo confuso- tema de las relaciones Norte-Sur: el venezolano Carlos Andrés, Pérez., el senegalés Leopoldo Senghor y el portugués Mario Soares.

En manos del secretario general del PSOE, Felipe González, está la futura redefinición de la Internacional Socialista, que, según todos los indicios, acabará convirtiéndose en un «cuerpo de doctrina» sobre los problemas más candentes con que, ha de enfrentarse la IS en el mundo. El dirigente español cree que esto será, a la larga y con vistas a la ampliación de la Internacional, mucho más positivo que la mera reelaboración de la declaración de principios vigente desde 1951, ligeramente revisado en 1962.

El candidato socialista a la presidencia francesa, François Miterrand, expondrá el ambicioso programa de la Internacional sobre los derechos humanos, en tanto que el recientemente derrotado primer ministro de Jamaica, Michael Manley, hablará de la igualdad y la distribución de la justicia equitativa propugnada por los socialistas.

Aunque no figuren en la agenda hay temas, como el sindicalismo polaco, Afganistán, los efectos que tendrá la elección de Ronald Reagan, la oposición a la entrada de España en la OTAN y la situación política en distintas repúblicas de Latinoamérica, que acabarán teniendo un lugar preferente en las discusiones socialistas que hoy se inician en un hotel madrileño.

La delegación española está presidida por el número dos del PSOE, Alfonso Guerra, e integrada por Elena Flores (coordinadora), José Federico de Carvajal, Emilio Menéndez del Valle, Luis Yáñez y Fernando Morán; estos dos últimos, en representación de los grupos parlamentarios socialistas del Congreso y del Senado. Como observadores asistirán el experto en asuntos del Mercado Común, Manolo Marín, y José Rodríguez de la Borbolla.

Satisfacción en el PSOE

Los dirigentes socialistas españoles no ocultan su gran satisfacción por el hecho de que la Internacional Socialista haya elegido España como sede del congreso de 1980, y consideran que esta reunión sirve de colofón a su lucha por la libertad y el socialismo, especialmente durante los años que siguieron a la guerra civil de 1936-1939.

En palabras de Bernt Carlsson, secretario general de la IS, «el PSOE es uno de los más antiguos partidos socialistas (fue fundado el 2 de mayo de 1879) y, durante más de un siglo, ha mantenido viva la. llama de la democracia en un país donde las fuerzas del fascismo intentaron extinguirla».

A las dos de la tarde de ayer se reunió en Madrid el buró de la Internacional Socialista para preparar en todos sus detalles el desarrollo del congreso que hoy inaugura Felipe González, uno de los diecinueve vicepresidentes del organismo. Por la tarde, el rey Juan Carlos recibió en audiencia especial a los principales dirigentes de la Internacional, encabezados por Willy Brandt.

El tema central de la reunión mantenida por el buró fue el desarme, tema que ha sido tratado por destacados miembros de la IS con el presidente Jimmy Carter y el vicepresidente Walter Mondale; con el secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, y con el dirigente soviético, Leónidas Breznev.

En la primera sesión de la IS se estudiarán las solicitudes de ingreso de partidos de Ecuador, Isla Granada y Líbano.