Liberado el industrial Pedro Abréu en la provincia de Burgos

El financiero cubano Pedro Abréu, secuestrado hace 45 días en Orio, fue liberado en un paraje próximo a la localidad burgalesa de Madrigal del Monte, hacia la una de la madrugada de ayer. Los secuestradores avisaron telefónicamente a su esposa, que partió de inmediato hacia el lugar en automóvil. Abréu, en buen estado físico, a excepción de un principio de congelación en los pies, llegó a la villa Uri Berri pasadas las siete de la mañana, la misma hora en que la había abandonado, con sus captores, seis semanas y tres días antes.

Sin embargo, nada ha sido aclarado todavía en torno al cas...

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El financiero cubano Pedro Abréu, secuestrado hace 45 días en Orio, fue liberado en un paraje próximo a la localidad burgalesa de Madrigal del Monte, hacia la una de la madrugada de ayer. Los secuestradores avisaron telefónicamente a su esposa, que partió de inmediato hacia el lugar en automóvil. Abréu, en buen estado físico, a excepción de un principio de congelación en los pies, llegó a la villa Uri Berri pasadas las siete de la mañana, la misma hora en que la había abandonado, con sus captores, seis semanas y tres días antes.

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Sin embargo, nada ha sido aclarado todavía en torno al caso. Los familiares desmintieron ayer una información según la cual la persona que les avisó por teléfono había afirmado hablar en nombre de ETA Político-militar. Nada se sabe tampoco de las condiciones impuestas para llegar al desenlace. Abréu pide tiempo para recuperarse y descansar. Luego recibirá a los periodistas. Pero sus familiares avanzan ya la idea de que tampoco tiene datos nuevos que ofrecer.Ayer, después de regresar a la residencia que ocupa en Orio, Abréu fue sometido a examen médico. Su estado general era bueno, aunque tenía la tensión baja y ha perdido peso. Sus pies estaban amoratados, casi negros a consecuencia del frío que tuvo que soportar en plena madrugada y campo abierto, durante más de tres horas, hasta que fue recogido. Después del examen médico, Abréu se retiró a descansar hasta las 12.30 horas. A esa hora posó unos instantes para los fotógrafos que habían acudido a su domicilio. Sentado, con un batín rojo y negro, el millonario cubano soportó los disparos de las cámaras sin despegar los labios, con una sonrisa entre forzada y enigmática. Tenía las rodillas descubiertas y podían verse en ellas amplias manchas rojas de mercurocromo y algunos rasguños.

Para los familiares de Abréu, la noticia de su liberación se produjo a la una de la madrugada de ayer. Una voz masculina preguntó por Goretti Amilibia, la esposa del hombre de negocios, y le anunció que el secuestrado había sido abandonado en un punto próximo a la carretera N-I, Madrid-Irún, cerca de Madrigal del Monte, en la provincia de Burgos. El comunicante concretó que se le había dejado en un saco de dormir, junto a un árbol, a cien metros de la carretera que desvía hacia la citada localidad. También dijo que no tendría frío porque había quedado abrigado.

Inmediatamente partieron en un automóvil hacia el lugar señalado, sin dar aviso a ningún medio oficial, Goretti Amilibia, su padre y un tío, así como otra persona que sólo ha podido ser identificada como «un amigo de la familia, de Barcelona».

"Aspecto deplorable"

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«Le localizamos en seguida», señaló Juan Luis Amilibia, tío de la esposa de Abréu. « Buscamos en un grupo de árboles y oímos un ruido. Le vimos de pie, inmóvil, muy rígido». Abréu había logrado despojarse de las ligaduras con que le dejaron atado a un árbol y había intentado caminar. La aspereza del terreno y la desorientación le impidieron dirigirse a alguna parte. Al parecer, se arrastró por el suelo, arañándose las rodillas.

«Tenía un aspecto deplorable», continúa Juan Luis Amilibia. «No podía moverse y no reaccionaba ante nuestra presencia. Logramos introducirle en el automóvil con mucho trabajo. En los pies sólo llevaba calcetines, y nos damos cuenta en seguida de que los tenía casi congelados. Envuelto en mantas y en botellas de agua caliente que conseguimos en el pueblo, lo trajimos a casa. Llevaba la misma ropa con que había salido».

Abréu, entre tanto, balbuceaba palabras y frases sobre cómo se había librado de las cuerdas y preguntaba por su amigo Félix Erdocia, presidente de la Federación Española de Remo. Sus reacciones, según el portavoz de la familia, denotaban que había sido drogado antes de que comenzara su traslado hasta el punto donde le encontraron.

Sin documentación

En el momento en que fue localizado, Abréu no llevaba consigo ni las gafas que usa habitualmente ni la documentación, aunque no se sabe si fue despojado de estos efectos por sus captores o los perdió mientras trataba de caminar, al quedar solo.

Durante el viaje hacia Madrigal del Monte, su esposa sufrió una crisis nerviosa, a causa de la tensión acumulada durante el prolongado cautiverio. Ayer por la mañana se encontraba descansando.

El portavoz de la familia insistió en que no se sabe nada acerca de la identidad de los secuestradores, y dijo que el mismo Pedro Abréu «parece ignorarlo». De lo poco que habló con quienes fueron a recogerle se deduce que fue trasladado en más de una ocasión durante estos 45 días.

La noticia se difundió rápidamente por Orio, y una hora después de que Abréu hubiera llegado a su residencia, el teléfono estaba bloqueado con llamadas de personas que deseaban felicitarle e interesarse por su salud. Juan Luis Amilibia declaró que «los familiares estamos felices, aunque no han hecho más que devolverle lo que le habían quitado injustamente: la libertad. Los 45 días de sufrimiento no se los puede quitar nadie».

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