Más de 2.1500 vecinos de Zarauz se manifestaron contra el quíntuple asesinato del lunes

El cierre de los bares y establecimientos comerciales; una condena unánime de todos y cada uno de los concejales del Ayuntamiento de Zarauz, incluidos los de Herri Batasuna (HB); la dimisión de uno de los dos representantes de este grupo en la corporación, y una manifestación que congregó por la tarde a más de 2.500 personas, son los elementos principales de la jornada que vivió ayer la villa, guipuzcoana de Zarauz, tras el asesinato de cinco personas (cuatro de ellas guardias civiles, contra los que iba dirigido el atentado) el lunes por la noche en el bar Aizea (Viento).

Zarauz fue ay...

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El cierre de los bares y establecimientos comerciales; una condena unánime de todos y cada uno de los concejales del Ayuntamiento de Zarauz, incluidos los de Herri Batasuna (HB); la dimisión de uno de los dos representantes de este grupo en la corporación, y una manifestación que congregó por la tarde a más de 2.500 personas, son los elementos principales de la jornada que vivió ayer la villa, guipuzcoana de Zarauz, tras el asesinato de cinco personas (cuatro de ellas guardias civiles, contra los que iba dirigido el atentado) el lunes por la noche en el bar Aizea (Viento).

Zarauz fue ayer una ciudad muerta. Desde media mañana cerraron sus puertas bares, cafeterías y peluquerías. Al paro se sumaron rápidamente, sin llamamiento previo alguno, los demás establecimientos comerciales. Durante todo el día ¡as calles permanecieron casi vacías. «La gente está desconcertada por lo que ha ocurrido y asustada por lo que aún tendremos que ver», comentó un vecino. Una joven aseguró que dos amigos, que se encontraban en el bar Aizea en el momento en que se produjo el atentado contra los clientes, están aún traumatizados por lo que vieron, y a doce horas de los hechos, aún les costaba reaccionar.A Imanol Murúa, el alcalde, del Partido Nacionalista Vasco (PNV), las lágrimas se le agolpaban en los ojos pocos minutos después del atentado. Durante el pleno municipal celebrado a las dos de la tarde de ayer, su partido presentó una moción que fue aprobada por los corporativos de Euskadiko Ezkerra (EE) y del Partido Socialista de Euskadi, además de los propios nacionalistas. Los dos concejales de HB se abstuvieron, explicando que estaban en desacuerdo con algunas expresiones del texto.

La moción, después de. hacer patente la solidaridad del Ayuntamiento con las familias de las víctimas y condenar sin paliativos el atentado, destaca «el carácter terrorista» del arnetrallamiento del bar zarauztarra, al que considera como una agresión al pueblo entero.

Los concejales de HB condenan el atentado

Sin embargo, a pesar de la abstención de los dos concejales de HB, ambos habían tomado la palabra con anterioridad para condenar el atentado. Uno de ellos, Juan José Markaide, anunció la decisión de dimitir. ante el clima a que se ha llegado en el País Vasco. Más tarde, Markaide declinó una explicación más amplia a EL PAÍS, argumentando que la situación es ya demasiado delicada. El segundo concejal de HB anunció en el pleno que los órganos locales de la coalición abertzale habían decidido pronunciarse contra el ametrallamiento del bar Aizea.

A las siete, más de 2.000 personas partieron en manifestación silenciosa desde la plaza de los Fueros, frente al Ayuntamiento. La marcha recorrió las calles desiertas de Zarauz sin pancarta alguna, en un silencio impresionante, mientras un viento gélido golpeaba los rostros graves de los participantes.

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En la primera fila podía verse al alcalde, la totalidad de los concejales, a excepción de los de HB, y dirigentes políticos, entre ellos la casi totalidad de los militantes destacados de EE en la localidad y algunos antiguos miembros de ETA. La manifestación pasó junto al bar Aizea, en una de cuyas cristaleras aún podía apreciarse el agujero de un balazo, para llegar hasta la plaza de la Música, donde se disolvió -cuando agrupaba ya a más de 2.500 personas-, a escasos metros de la peluquería de señoras Juani.ta, que regentaba Miguel Lasa.

Las expresiones de indignación y protesta fueron ayer particularmente expresivas en medios del PNV. Miguel Lasa pertenecía a una familia vinculada desde antiguo a este sector político. Uno de. los heridos graves, Basillo Elola, es militante del PNV. Ayer, varios desconocidos arrojaron una botella incendiaria contra el local del partido en Rentería, que ya el domingo tuvo que ser defendido con estacas y barras de hierro de dos intentos de asalto.

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