Incidente entre el Rey y el ministro Pérez-Llorca

El rey Juan Carlos suspendió súbitamente la recepción qué ofreció en la residencia del embajador de España en YaKarta a la colonia hispana residente en este país, al darse cuenta que durante este acto el ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, celebraba en una parte del salón una conferencia de Prensa con los enviados especiales que siguen el viaje de los Reyes.

No le faltaron razones al Rey para enfadarste por un acto que rompió el protocolo y que desvió el protagonismo de la recepción hacia la persona del ministro, rodeado de informadores, micrófonos, cámara de te...

El rey Juan Carlos suspendió súbitamente la recepción qué ofreció en la residencia del embajador de España en YaKarta a la colonia hispana residente en este país, al darse cuenta que durante este acto el ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, celebraba en una parte del salón una conferencia de Prensa con los enviados especiales que siguen el viaje de los Reyes.

No le faltaron razones al Rey para enfadarste por un acto que rompió el protocolo y que desvió el protagonismo de la recepción hacia la persona del ministro, rodeado de informadores, micrófonos, cámara de televisión y focos. Fue el propio ministro quien tomó la iniciativa de la conferencia de Prensa, secundado por el director general de la OID, Antonio Oyarzábal, hombre que conoce bien el protocolo de estos viajes, incluso mejor que el propio ministro, que es la primera vez que participa en una gira real. Oyarzábal fue a buscar a los informadores, uno por uno, urgiéndoles de que asistieran a la conferencia de Prensa del ministro, en la que éste, dicho sea de paso, se limitó a enumerar el programa oficial como resultado de la visita.

Cuando Pérez-Llorca vio al Rey salir apresurado suspendió el diálogo con los periodistas y corrió tras el Monarca, con quien, al parecer, cenó en privado.

El Rey pareció molestarse en un principio con los informadores, que no tuvieron responsabilidad alguna en el incidente. Momentos después de este suceso, cuatro periodistas se trasladaron a la residencia real para conversar con Sabino Fernández del Campo, jefe de la Casa Real, para que éste explicara al Rey que los informadores estaban al margen de la iniciativa de la conferencia de Prensa.