Sectores de Convergencia culpan a Roca del término "gobernador general"

Importantes sectores del partido de Pujol -los encabezados por Trías y Cullell- acusan a Miquel Roca Junyent de haber aceptado el término «gobernador general» en el decreto que establecía las funciones de delegado del Gobierno en las comunidades autónomas. Por su parte, consejeros de la Generalidad denuncian la existencia de fontaneros alrededor de Pujol que cortocircuitan la labor de la institución y anuncian una reestructuración interna del Gabinete catalán que, precisamente, puede potenciar aún más el intervencionismo presidencial

Varias altas fuentes de Convergencia Democrática ...

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Importantes sectores del partido de Pujol -los encabezados por Trías y Cullell- acusan a Miquel Roca Junyent de haber aceptado el término «gobernador general» en el decreto que establecía las funciones de delegado del Gobierno en las comunidades autónomas. Por su parte, consejeros de la Generalidad denuncian la existencia de fontaneros alrededor de Pujol que cortocircuitan la labor de la institución y anuncian una reestructuración interna del Gabinete catalán que, precisamente, puede potenciar aún más el intervencionismo presidencial

Varias altas fuentes de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) informaron del desarrollo de la última reunión del comité ejecutivo, presidida por Pujol. En la misma, Josep M. Cullell -principal contrincante de Roca en el «delfinado» de Pujol- intentó poner en evidencia la aceptación por Roca del decreto, antes de su promulgación.Según fuentes directas, Roca se defendió alegando que sólo le fue mostrado un borrador del decreto en el que la expresión «gobernador general» aparecía matizada y como fórmula de alternativa. Las fuentes añadieron que un ministro del Gobierno informó, en nombre del presidente Suárez, a un alto dirigente de CDC sobre la aceptación por Roca de la expresión hoy unánimemente rechazada en Cataluña. No obstante, afirmó la fuente, el Gobierno desea salvar a Roca de este grave contratiempo, capaz de desmejorar mucho la imagen del político catalán dentro del partido y ante la opinión pública catalana.

«Ya no sabemos si Roca es un hombre de la Generalidad ante el Gobierno de Madrid, o bien un hombre del Gobierno de Madrid ante la Generalidad», afirmó un miembro del comité ejecutivo de CDC, convencido de la responsabilidad -en grado difícil de precisar- de Roca. Fuentes ajenas al partido de Pujol también manifestaron haber obtenido información sobre esta responsabilidad personal de Roca, de boca de altos miembros del Gobierno. Sólo el diputado de Coalición Democrática Antonio de Senillosa accedió a ser citado. «La responsabilidad de Roca se da como indiscutible en medios parlamentarios y gubernamentales de UCD», manifestó a este diario el diputado Senillosa.

La "fontanería"

Por otro lado, dos consejeros de la Generalidad expresaron a este diario su descontento ante lo que denominaron instalación de fontaneros en la Generalidad y el papel excesivo de la Presidencia de la misma en cuestiones de orden menor. «Bajo el nombre de coordinación», afirmó una de las fuentes, «se produce una continua intromisión de la Presidencia en los temas de las consejerías, hasta el punto que todo llega a pasar por Presidencia». La fuente agregó: «Es una mala copia del sistema que en su día instauró Richard Nixon y que también imperaba en La Moncloa hasta el último cambio de Gobierno».Las fuentes agregaron que el partido de Pujol también funciona de modo comparable. El poder real pasa por dos personas -Leopoldo Juan y Josep Caminal-, que despachan diariamente con Pujol y que carecen de car gos electivos dentro del partido. Ello implica una marginación de los órganos directivos del mismo y da a Pujol una garantía de total obediencia a sus disposiciones personales, por cuanto que am bos podrían ser destituidos a la más leve resistencia.

Respecto a la Generalidad, la principal función de fontanero la ejecuta el secretario general de la Presidencia, Lluis Prenafeta. El intervencionismo presidencial desconcierta en especial a los consejeros que no proceden del partido de Pujol y que, por tanto, carecían de experiencia respecto a esta forma de proceder. «Cullell y Roca ya deben estar habituados; en cambio, otros somos más bisoños y no salimos del desconcierto. Pujol manipula los temas de su interés -que son casi todos-, pero sus viejos colaboradores tienen también una cierta práctica en intentar manipular en beneficio propio la manipulación ajena», afirmó la fuente.

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Este sistema ya generó una dimisión: la del secretario general técnico de la Consejería de Trabajo, Joaquín Echeverri, en quien se daba la circunstancia, rara entre los altos cargos de la generalidad, de ser militante de UCD. También motivó un gran enfado por parte de Trías Fargas cuando vio cómo su esquema de programa económico -que, de hecho, no puede tener nada de tal- era reelaborado por Cullell a instancias de Pujol.

Temor a un pacto UCD-PSOE

Las fuentes informaron que en breve el presidente Pujol solicitará que Macía Alavedra -responsable del grupo parlamentario catalán de CDC- pueda asistir a las reuniones del Gabinete, para coordinar mejor las relaciones entre el ejecutivo y el legislativo. La fórmula serviría para evitar la creación de una nueva consejería y tendría el mismo efecto. Pese a que Macía pertenece al grupo de Trías Fargas, la propuesta es ya apoyada por Roca.Pese a su importancia y gravedad, estos hechos no originarán cambios más o menos traumáticos. La mayor parte de la alta dirección de CDC está dispuesta a olvidarlos -tras aprovecharlos para mejorar la situación interna de su tendencia en el partido-, ante lo que consideran el peor de los peligros: un entendimiento parlamentario e incluso gubernamental entre el PSOE y UCD que margine a la Minoría Catalana.

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