La entrada de España en el Mercado Común será ruinosa para el campo asturiano

La entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) supondrá la ruina para la mayoría de los asturianos que viven del campo, según afirma un escrito enviado al ministro de Agricultura, Jaime Lamo, por la Unión de Campesinos Asturianos (UCA-COAG). El campo da ocupación a un 25% de la población activa asturiana. Su nivel de renta es muy bajo (la mitad de los demás sectores productivos). La situación es gravísima. Además de un porcentaje elevado de ganadería sin sanear y unos sistemas de comercialización desastrosos que hacen imposible unas mínimas condiciones para competir en el Mercado...

La entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) supondrá la ruina para la mayoría de los asturianos que viven del campo, según afirma un escrito enviado al ministro de Agricultura, Jaime Lamo, por la Unión de Campesinos Asturianos (UCA-COAG). El campo da ocupación a un 25% de la población activa asturiana. Su nivel de renta es muy bajo (la mitad de los demás sectores productivos). La situación es gravísima. Además de un porcentaje elevado de ganadería sin sanear y unos sistemas de comercialización desastrosos que hacen imposible unas mínimas condiciones para competir en el Mercado Común.Por otra parte, tres organizaciones sindicales agrarias asturianas acordaron, en el pasado mes de enero, expresar su oposición a la suscripción oficial del acuerdo con la CEE que implique cualquier compromiso o la aceptación por parte de España de condicionamientos sobre concesiones previas respecto al sector lechero.

Según los sindicatos, estas reglas económicas comunitarias son inadmisibles dada la escasa confianza que la actual política agraria española tiene en el sector productor, necesitado de imprescindibles transformaciones estructurales para hacerlo competitivo. Por esta razón solicitaban la creación de un ente interprofesional que entienda de todos los asuntos relacionados con la CEE en representación de la cornisa cantábrica. La UCA-COAG expresa también al ministro de Agricultura su preocupación por los precios oficiales fijados para la campaña lechera 1980/1981, que no llegan a cubrir los costes de producción e implicarán el hundimiento del sector. Unos sistemas de comercialización anticuados de la carne y leche de vacuno, principalmente, hacen pagar al consumidor el doble de lo que percibe el ganadero por estos productos.