ASTURIAS

Un pescador denuncia malos tratos por parte de las autoridades marroquíes

Manuel Sampedro Pérez, jefe de máquinas del pesquero Enrique de Aguinaga, apresado por una patrullera marroquí hace tres meses, cuando faenaba a la altura de Daila, manifestó a su regreso a Oviedo haber recibido, lo mismo que sus compañeros, muy mal trato de las autoridades marroquíes.« Durante noventa días », afirmó, «permanecimos en el puerto de Dacea, dentro del barco. Establecieron cuatro controles; sobre nosotros para vigilar las escasas salidas que nos permitían hacer. Desde el primer día nos faltó el agua. Apenas si podíamos asearnos. La comida que nos daban era a base de carne d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Manuel Sampedro Pérez, jefe de máquinas del pesquero Enrique de Aguinaga, apresado por una patrullera marroquí hace tres meses, cuando faenaba a la altura de Daila, manifestó a su regreso a Oviedo haber recibido, lo mismo que sus compañeros, muy mal trato de las autoridades marroquíes.« Durante noventa días », afirmó, «permanecimos en el puerto de Dacea, dentro del barco. Establecieron cuatro controles; sobre nosotros para vigilar las escasas salidas que nos permitían hacer. Desde el primer día nos faltó el agua. Apenas si podíamos asearnos. La comida que nos daban era a base de carne de camello, que no la comen ni los perros».

«Pudimos subsistir gracias a los marineros de los mercantes españoles, que se acercaban y nos daban algo de comer. Los marroquíes nos llevaron todo el utillaje: sábanas, mantas y hasta mi reloj y los zapatos.

Manuel Sampedro asegura que cuando fueron apresados pescaban en aguas libres.

«No podía dejarle solo»., agregó; «nos quedamos ocho personas. Cuatro de nuestro barco, y otros cuatro del Mavisuca, que se encontraban en la misma situación que nosotros. Nunca nos anunciaron la liberación. Nos tenían en una incertidumbre total. Un día antes de dejarnos en libertad, los militares marroquíes desvalijaron el barco».

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En