Refugiado político de doce años.
Un joven ucraniano soviético, Walyer Polovachak, de doce años de edad, pidió ayer asilo político ante el juez federal de Chicago cuando se enteró que sus padres querían aban donar EE UU, donde habían vivido seis meses, para volver a la URSS. «Preferiría,», dijo Walyer, «no volver a ver a m is padres a abandonar Chicago, donde tengo amigos, una vieja bicicleta que yo mismo he arreglado, una escuela agradable. Se está mejor aquí que en mi país», concluyó Walyer....
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Un joven ucraniano soviético, Walyer Polovachak, de doce años de edad, pidió ayer asilo político ante el juez federal de Chicago cuando se enteró que sus padres querían aban donar EE UU, donde habían vivido seis meses, para volver a la URSS. «Preferiría,», dijo Walyer, «no volver a ver a m is padres a abandonar Chicago, donde tengo amigos, una vieja bicicleta que yo mismo he arreglado, una escuela agradable. Se está mejor aquí que en mi país», concluyó Walyer.