Tres jesuitas españoles entre los detenidos en Bolivia

Tres sacerdotes españoles de la Compañía de Jesús, Claudio Pou, José Marcos y Salvador Sanchís, se encuentran detenidos, desde el jueves, en La Paz, según confirmó ayer a Radio Nacional de España el embajador español en Bolivia, Tomás Lozano. Según precisó el diplomático español, los jesuítas se hallaban en el interior de los estudios de Radio Fides, en la capital boliviana, y fueron apresados por civiles armados que apoyaron el golpe militar.En un principio, los sacerdotes españoles se hallaban en paradero desconocido, pero durante la noche del jueves pudo confirmarse que habían sido detenido...

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Tres sacerdotes españoles de la Compañía de Jesús, Claudio Pou, José Marcos y Salvador Sanchís, se encuentran detenidos, desde el jueves, en La Paz, según confirmó ayer a Radio Nacional de España el embajador español en Bolivia, Tomás Lozano. Según precisó el diplomático español, los jesuítas se hallaban en el interior de los estudios de Radio Fides, en la capital boliviana, y fueron apresados por civiles armados que apoyaron el golpe militar.En un principio, los sacerdotes españoles se hallaban en paradero desconocido, pero durante la noche del jueves pudo confirmarse que habían sido detenidos y se encontraban en un establecimiento militar. Según informó el embajador Lozano, tras realizar gestiones con las nuevas autoridades, el diplomático consiguió que le garantizasen la vida de los detenidos.

Condena de las fuerzas políticas españolas

Distintas fuerzas políticas y entidades se pronunciaron ayer sobre la situación creada en Bolivia tras el golpe de Estado. El Partido Socialista Obrero Español emitió ayer una nota sobre los acontecimientos bolivianos en la que se afirmaba que «el PSOE reitera su total repulsa del golpe militar, con el que se pretende interrumpir, una vez más, la consolidación democrática del país, y que constituye un nuevo eslabón en el ya largo proceso en el que las fuerzas democráticas y progresistas bolivianas vienen enfrentándose a la reacción más recalcitrante.

El Partido Comunista de España expresó, mediante un comunicado, «su indignación y condena a los grupos militares fascistas de Bolivia, que quieren estrangular por la fuerza el proceso democrático y la voluntad ciudadana».

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En el comunicado del PCE se muestra preocupación «por la suerte de los trabajadores y demócratas encarcelados», y se exige la «inmediata libertad y garantías de seguridad para todos ellos, incluidos los sacerdotes españoles».

Por su parte, Alianza Popular, en un despacho de la agencia Efe, que recogía un comunicado emitido por este partido, subrayó que «AP considera que España no debe congelar sus relaciones con el nuevo régimen de Bolivia y debería tratar de ocupar el vacío que deje Estados Unidos si suspende finalmente su ayuda a Bolivia». Para Alianza Popular, «los últimos acontecimientos en Bolivia, por muy lamentables que sean, constituyen un asunto interno de los bolivianos en los que ningún país debe interferir».

La Unión Sindical Obrera dirigió telegramas al presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y al ministro de Asuntos Exteriores pidiendo «en nombre de la Confederación Mundial de Trabajo (CMT) y de la Central Latinoamericana de Trabajadores, que intervenga ante el Pacto Andino para apoyar el proceso democrático boliviano e impedir la consolidación fascista».

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