Sorpresa general tras el anuncio de que España ingresará en la OTAN antes de 1983

Las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, a EL PAIS, afirmando que España ingresará en la OTAN antes de 1983 y que planteará el tema en 1981, han provocado toda una serie de reacciones políticas dentro y fuera de España, en las que la sorpresa es el denominador común, que se registró incluso en altas esferas de la Administración y del partido gubernamental. Las primeras reacciones contrarias al calendario atlántico del Gobierno han surgido del PSOE y del PCE, partidos que han declarado su «indignación» por el anuncio de esta política.

Más concretamente, dest...

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Las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, a EL PAIS, afirmando que España ingresará en la OTAN antes de 1983 y que planteará el tema en 1981, han provocado toda una serie de reacciones políticas dentro y fuera de España, en las que la sorpresa es el denominador común, que se registró incluso en altas esferas de la Administración y del partido gubernamental. Las primeras reacciones contrarias al calendario atlántico del Gobierno han surgido del PSOE y del PCE, partidos que han declarado su «indignación» por el anuncio de esta política.

Más concretamente, destacados portavoces socialistas recordaron ayer que Felipe González, en el curso del debate parlamentario de la moción de censura al Gobierno, declaró que el ingreso de España en la OTAN debería ser sometido a referéndum y nunca a la mayoría simple del Parlamento, como propugna el Gobierno y rechaza la izquierda. Por su parte, los líderes de la derecha Fraga Iribarne y Blas Piñar han destacado su apoyo a las declaraciones del ministro Oreja, sobre las que aún no se han pronunciado los partidos nacionalistas.En el plano internacional hay que señalar la satisfacción con la que se ha acogido la noticia en medios oficiosos de la OTAN y en la casi totalidad de los países integrados en la Alianza Atlántica, en los que en algunos casos, como los de Francia y Gran Bretaña, se subrayó el hecho de que el ministro español condiciona el ingreso en la Alianza a la buena marcha de los procesos de incorporación a la CEE y de recuperación de la soberanía de Gibraltar.

En medios oficiosos de Moscú, la noticia, que no ha sido difundida por los medios de información, produjo «un cierto desencanto». En la Embajada de la URSS en Madrid se negaron a hacer cualquier tipo de comentario sobre la declaración del ministro. No obstante, recordaron la posición oficial de la Unión Soviética sobre los bloques militares, contraria a toda nueva ampliación y favorable a su liquidación.

Finalmente, el ministro Oreja reveló ayer que el Gobierno ha decidido hacer público su calendario atlántico con vistas a las negociaciones con Estados Unidos de nuevos acuerdos militares y para marcar su no condicionamiento por la Conferencia de Seguridad de Madrid, prevista para el próximo otoño.

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