El comercio madrileño cerrarrá el próximo martes por los recientes asesinatos

Los representantes del pequeño comercio madrileño han anunciado un cierre generalizado de sus establecimientos para el próximo martes día 17 en protesta por la serie de atracos con asesinato que se está produciendo en los últimos meses. El cierre, convocado en principio por la Federación Provincial del Pequeño y Mediano Comercio y Artesanado -que engloba a once agrupaciones patronales- y apoyado por la Asociación Provincial de Drogueros y Perfumistas, la Asociación de Detallistas de Frutas y Hortalizas y la Asociación de Detallistas de Alimentación La Unica, se calcula que será secundado por e...

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Los representantes del pequeño comercio madrileño han anunciado un cierre generalizado de sus establecimientos para el próximo martes día 17 en protesta por la serie de atracos con asesinato que se está produciendo en los últimos meses. El cierre, convocado en principio por la Federación Provincial del Pequeño y Mediano Comercio y Artesanado -que engloba a once agrupaciones patronales- y apoyado por la Asociación Provincial de Drogueros y Perfumistas, la Asociación de Detallistas de Frutas y Hortalizas y la Asociación de Detallistas de Alimentación La Unica, se calcula que será secundado por el 70% del comercio minorista.

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La jornada de protesta del martes de la semana que viene, que cuenta ya con las autorizaciones correspondientes por parte del gobierno civil, terminará con una manifestación que, en principio, está previsto que se celebre, a las siete y media de la tarde, en la avenida de la Albufera, entre Portazgo y la calle del Monte Igueldo. El presidente de La Unica, Primitivo Sanz, ha hecho un llamamiento para que los participantes en la jornada de lucha y en la manifestación «actúen con el mayor respeto a las personas y a las cosas, como corresponde a la condición de comerciantes amantes del orden y la convivencia pacífica ».Las razones que han movido a los pequeños comerciantes a la convocatoria del cierre y de la manifestación se basan en la existencia de una situación que califican como insostenible. Afirman que «no se trata de una psicosis de temor, sino que existe un miedo real, como consecuencia de la frecuencia de los actos de violencia y del cumplimiento de las amenazas de muerte de los delincuentes, lo que impide el normal desarrollo de la actividad, sin que se vea solución a este problema».

El movimiento de protesta de los pequeños comerciantes comenzó hace unas semanas y alcanzó su punto de mayor movilidad cuando el pasado día 3 fue asesinado un joyero en la calle del General Ricardos, en el barrio de Carabanchel. A las reuniones celebradas para organizar la jornada de protesta del martes fueron invitados representantes de todos los sectores del comercio minorista de la provincia de Madrid, incluyendo farmacias, estancos, gasolineras, taxistas, joyeros, electrodomésticos, confección y todos los sectores «castigados por la acción de la delincuencia».

Según los representantes del pequeño comercio, ya han expresado su intención de secundar el cierre el 70% de los establecimientos, si bien los convocantes del mismo esperan que sea alcanzado el 100% del sector.

Florencio Sánchez Ropero, presidente de la Federación Provincial, manifestó ayer su intención de «llamar la atención sobre la Administración y el Poder Judicial para que se agilicen las proyectadas reformas de la ley de Enjuiciamiento Criminal y del Código Penal, que parecen ser las causas que impiden actuar debidamente contra los delincuentes».

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Para Primitivo Sanz, presidente de La Unica, no es admisible el argumento de que las leyes no son adecuadas o de que las fuerzas del orden no son suficientes. «Si eso es así», dijo, «el comercio, como sector que contribuye a mantener los servicios públicos, exige la adecuación de las leyes y que se refuercen esos efectivos».

El gremio de joyeros, plateros y relojeros ha pedido públicamente el restablecimiento de la pena de muerte para combatir el bandidaje y «toda clase de terrorismo» (véase EL PAIS de ayer). En línea con tal petición, los pequeños comerciantes se muestran duros a la hora de pedir el castigo de los responsables de los asesinatos: «Esperamos», dijeron ayer, «que el ministro del Interior, señor Rosón, sea tan inflexible y tan duro con los delincuentes como lo ha sido con el comercio madrileño durante su etapa de gobernador civil de la provincia».

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