Amnistía Internacional denuncia torturas en Turquía

«La tortura se ha convertido en una práctica general y sistemática en Turquía», afirma el informe de Amnistía, Internacional (AI) difundido ayer en Londres. Según esta organización humanitaria, «la mayor parte de las personas detenidas por la policía o por las autoridades encargadas de aplicar la ley marcial son sometidas a tortura que, en algunos casos, concluye con la muerte del detenido».«Los métodos de tortura practicados en Turquía», prosigue el informe de Al, incluyen la utilización de electrochoques, la "falanga" (golpes en la planta de los pies), violencias físicas y golpes, especialme...

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«La tortura se ha convertido en una práctica general y sistemática en Turquía», afirma el informe de Amnistía, Internacional (AI) difundido ayer en Londres. Según esta organización humanitaria, «la mayor parte de las personas detenidas por la policía o por las autoridades encargadas de aplicar la ley marcial son sometidas a tortura que, en algunos casos, concluye con la muerte del detenido».«Los métodos de tortura practicados en Turquía», prosigue el informe de Al, incluyen la utilización de electrochoques, la "falanga" (golpes en la planta de los pies), violencias físicas y golpes, especialmente en los órganos genitales. Algunos detenidos, hombres y mujeres, son sometidos a auténticas violaciones con ayuda de porras y otros objetos.

Según Amnistía Internacional, que envió una misión investigadora a Turquía entre el 9 y el 30 de mayo, las personas torturadas no tenían «en muchos casos, ninguna relación con la violencia política que ha costado la vida a más de 3.000 personas en el país durante los dos últimos años».

La citada organización cita concretamente el caso de dos estudiantes detenidos por la policía y sometidos a electrochoques o a la «falanga» durante varios días, antes de ser puestos en libertad.

Amnistía afirma que ha recibido informes sobre la muerte de tres personas a consecuencia de las torturas recibidas. Cita el caso de un sindicalista, Yasser Gundogdu, muerto en Ankara a consecuencia de lesiones cerebrales; de Osman Mehmet Onsoy, que falleció tras pasar varios días en estado de coma en Estambul, y de Oruc Korkmaz, que apareció muerto en la prisión de Kars el pasado día 9 de enero.

Amnistía Internacional recuerda que ya denunció en ocasiones anteriores la práctica de la tortura.

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