Antonio Garrigues recomienda al empresariado no inmiscuirse en el voto de censura del PSOE

«En las deliberaciones del voto de censura al Gobierno, al igual que en los recientes debates, el tema económico será uno de los principales protagonistas. Pero a pesar de ello, el estamento empresarial no debe intentar influir en esa ceremonia política ni comprometerse en uno u otro sentido. Triunfe o no el voto de censura -y lo más probable es lo segundo- el empresariado deberá seguir concentrando sus esfuerzos en proteger y aumentar su libertad económica y no en acumular poder político», afirmó ayer, en Alicante, Antonio Garrigues Walker.Antonio Garrigues, en el transcurso de una conferenci...

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«En las deliberaciones del voto de censura al Gobierno, al igual que en los recientes debates, el tema económico será uno de los principales protagonistas. Pero a pesar de ello, el estamento empresarial no debe intentar influir en esa ceremonia política ni comprometerse en uno u otro sentido. Triunfe o no el voto de censura -y lo más probable es lo segundo- el empresariado deberá seguir concentrando sus esfuerzos en proteger y aumentar su libertad económica y no en acumular poder político», afirmó ayer, en Alicante, Antonio Garrigues Walker.Antonio Garrigues, en el transcurso de una conferencia sobre «La actitud del empresariado ante la crisis económica», que pronunció en la Fundación para el Desarrollo de la Formación y Gestión Empresarial, aprovechó para referirse, al hilo de la actualidad de los últimos pronunciamientos de Carlos Ferrer y José Antonio Cuevas, presidente y tesorero de la CEOE, respectivamente, en contra del voto de censura socialista y de un posible Gobierno de Felipe González, a la actitud de los empresarios ante las elecciones o los votos de censura.

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«Antes del 1 de marzo de 1979 se preguntó con frecuencia a los empresarios sobre las consecuencias de una victoria socialista, y como era de esperar esa pregunta se renueva ahora», dijo Antonio Garrigues. «En aquel entonces mi respuesta fue que las elecciones no iban a cambiar el panorama socioeconómico español, aun cuando triunfara esa izquierda moderada representada por el PSOE, partido que ha demostrado un respeto exquisito a los principios democráticos y a la aceptación de un modelo económico bastante parecido al vigente hoy en día. Mi respuesta hoy sigue siendo la misma».

Garrigues analizó las contradicciones empresariales en cuanto a su actitud frente a la política; dijo que la ambigüedad del PSOE era la general que existía en todos y cada uno de los partidos políticos, y resaltó el programa económico «incompleto, pero coherente» del PSOE, la coordinación y moderación de sus economistas y de su política sindical.

Más adelante dijo que el programa económico del Gobierno es más coherente y completo que el del PSOE, pero que la política económica del Gobierno no ha logrado generar credibilidad, «ya que no están encontrando soluciones prácticas».

Finalmente, Antonio Garrigues dijo que «el empresariado español no debe sentirse en la obligación de adoptar posturas partidistas en todo momento y circunstancia, porque en los inevitables vaivenes políticos, su posición podría quedar innecesariamente comprometida y correría en todo caso el peligro de perder su independencia, su objetividad y sus posibilidades de defensa profesional».

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