El Gobierno portugués utilizará la fuerza para acabar con la agitación social en el Alentejo

El Gobierno portugués anunció ayer que responderá por la fuerza a la agitación social en la zona de la reforma agraria. Los ministros de Gobernación, de Justicia y de Agricultura han sido encargados de adoptar todas las medidas necesarias para la ejecución de la política agraria del Gobierno y al estricto respeto del orden público en la región del Alentejo. Dichas medidas incluyen la movilización de los contingentes necesarios de fuerzas policiales e investigaciones judiciales contra los presuntos incitadores políticos de los desórdenes.No es todavía el estado de sitio ni la intervención milit...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno portugués anunció ayer que responderá por la fuerza a la agitación social en la zona de la reforma agraria. Los ministros de Gobernación, de Justicia y de Agricultura han sido encargados de adoptar todas las medidas necesarias para la ejecución de la política agraria del Gobierno y al estricto respeto del orden público en la región del Alentejo. Dichas medidas incluyen la movilización de los contingentes necesarios de fuerzas policiales e investigaciones judiciales contra los presuntos incitadores políticos de los desórdenes.No es todavía el estado de sitio ni la intervención militar reclamada, directa o indirectamente, por la derecha, pero no hay duda de que el Alentejo se aproxima peligrosamente a un punto de ruptura en el que la dialéctica de la violencia y de la represión prevalece sobre cualquier consideración de estrategia política.

A la intención declarada del Gobierno de desmantelar las unidades colectivas de producción, los sindicatos de trabajadores agrícolas y el Partido Comunista han respondido hasta ahora con la resistencia física, más o menos pasiva, el recurso a los tribunales y a las manifestaciones de calles, pero la guerra de nervios termina siempre en enfrentamientos.

En el distrito de Beja, el martes, una carga de la Guardia Nacional Republicana -versión portuguesa de la Guardia Civil española- contra manifestantes que se oponían a la amputación de las tierras de una granja colectiva produjo catorce heridos leves. «Escaramuzas sin importancia», aseguran las fuerzas policiales,

Para los sindicatos y los partidos Socialista y Comunista se trata, al contrario, de una escalada de violencia, propicia al clima de agitación social y política que se pretende impedir. La prensa de derecha y progubernamental da el tono al hablar de clima insurreccional y del «Alentejo, en pie de guerra».

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En