Imposición de condecoraciones policiales en Madrid, Barcelona y Zaragoza

En Madrid, Barcelona y Zaragoza, tuvieron lugar ayer en acuartelamientos de la Policía Nacional actos de imposición de condecoraciones a miembros de las fuerzas de Seguridad del Estado. En todos ellos se destacó la misión policial como garante de las libertades.En Madrid presidió el acto el director de Seguridad del Estado, Luis Alberto Salazar Simpson, quien destacó en una breve alocución que «la policía nace de la sociedad y actúa en ella, y que su principal misión debe consistir en proteger el equilibrio entre las libertades públicas y los derechos individuales».

Fue condecorado, ent...

En Madrid, Barcelona y Zaragoza, tuvieron lugar ayer en acuartelamientos de la Policía Nacional actos de imposición de condecoraciones a miembros de las fuerzas de Seguridad del Estado. En todos ellos se destacó la misión policial como garante de las libertades.En Madrid presidió el acto el director de Seguridad del Estado, Luis Alberto Salazar Simpson, quien destacó en una breve alocución que «la policía nace de la sociedad y actúa en ella, y que su principal misión debe consistir en proteger el equilibrio entre las libertades públicas y los derechos individuales».

Fue condecorado, entre otros, el comisario general de la brigada de información, Manuel Ballesteros, y el comisario jefe de la brigada, Manuel Gómez Sandoval.

En Barcelona, el capitán general de la Región, teniente general Antonio Pascual Galmes, presidió el acto que tuvo lugar en el acuartelamiento de la Policía Nacional en La Verneda. En su discurso elogió el espíritu de servicio del Cuerpo Superior de Policía y de la Policía Nacional y su entrega total «para conseguir la democracia que tódos queremos para una España unida y sin violencia».

El acto de Zaragoza estuvo presidido por los gobernadores civil y militar. El primero de ellos, Francisco Laína, destacó que el grupo de policías nacionales condecorados. estaba integrado por hombres «que tienen en sus cuerpos las cicatrices de las heridas recibidas en Vizcaya, en el acuartelamiento de Basauri, en cobarde y criminal atentado realizado por ETA, cuando, formando parte de la compañía de la reserva general con base en Zaragoza, prestaban servicio a la Patria en aquellas tierras irrenunciablemente españolas».

Destacó también que se condecoraba a policías nacionales que «en las trágicas horas del incendio del hotel Corona de Aragón se destacaron por su valentía y arrojo en las tareas de salvamento y rescate de las víctimas de aquel siniestro».