"Pulso" en torno al acuerdo-marco

UGT rechaza la propuesta de CCOO para una reunión a nivel de ejecutivas

Unión General de Trabajadores ha rechazado, por el momento, la propuesta del secretario general de CCOO para una reunión al máximo nivel entre ambas centrales. Tras un encuentro oficioso entre dos dirigentes de UGT y otros dos de CCOO, que tuvo lugar ayer, la central socialista declinó cualquier reunión de las ejecutivas, «mientras no cese la campaña de difamación que CCOO ha emprendido contra los militantes de UGT».

Nicolás Sartorius, dirigente de CCOO, explicó en una conferencia de prensa la propuesta realizada por su central a UGT, el desarrollo de la reunión informal de ayer y las c...

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Unión General de Trabajadores ha rechazado, por el momento, la propuesta del secretario general de CCOO para una reunión al máximo nivel entre ambas centrales. Tras un encuentro oficioso entre dos dirigentes de UGT y otros dos de CCOO, que tuvo lugar ayer, la central socialista declinó cualquier reunión de las ejecutivas, «mientras no cese la campaña de difamación que CCOO ha emprendido contra los militantes de UGT».

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Nicolás Sartorius, dirigente de CCOO, explicó en una conferencia de prensa la propuesta realizada por su central a UGT, el desarrollo de la reunión informal de ayer y las consecuencias de la actual situación de enfrentamiento entre ambos sindicatos. UGT, por su parte, remitió un largo comunicado a los medios informativos, en los que precisa las razones por las que ha declinado la invitación de CCOO.La pretensión de un encuentro a nivel de ejecutivas, dijo Sartorius, se centraba en la necesidad de hacer un análisis conjunto de la negociación colectiva, «siendo conscientes de que las valoraciones que ambas centrales hacemos de la misma son diferentes y de que ninguna de las partes va a modificar su postura con respecto al acuerdo-marco».

Nosotros les proponemos, añadió, un documento en el que se dice que el enfrentamiento entre ambas centrales perjudica al movimiento sindical y al conjunto de los trabajadores, ya que aleja a éstos de los sindicatos, crea confusionismo y beneficia sólo a la patronal. UGT, según Sartorius, está de acuerdo en que deben cesar todos los enfrentamientos que no sean los lógicos de una discrepancia sindical. Se trataría de intentar, exclusivamente, sacar adelante buenos convenios.

Asimismo, según el dirigente de CCOO, existe la necesidad de que ambas centrales, más allá del desacuerdo sobre negociación colectiva, aborden conjuntamente un abanico de temas extremadamente importantes (ley de Empleo, INEM, patrimonio sindical, Instituto de Mediación y Arbitraje), «en los que el Gobierno nos está metiendo goles». Finalmente responsabilizó a UGT de la posible frustración de una mejoría de las relaciones entre ambos sindicatos.

UGT, por su parte, entiende que existen unas diferencias profundas entre ambas centrales, derivadas de distintas concepciones del sindicalismo y de las distintas estrategias de una y otra. Mientras UGT trata de que el protagonismo en las relaciones laborales lo lleven a todos los niveles los sindicatos, «CCOO trata de forzar una negociación política donde el PCE recupere una posición de protagonismo que no le dan sus votos.» Para UGT, continúa el comunicado socialista, «la constatación de estas diferencias no supone un hecho negativo», ya que la unidad del movimiento obrero sólo puede basarse en la aceptación y respeto de su realidad plural. Pero en lugar de abrir un debate crítico y serio, público y democrático, sobre los factores que hoy inciden en la realidad del movimiento obrero, «la política de CCOO durante los últimos meses ha consistido en realizar una campaña sistemática de desprestigio contra UGT».

Esta política de CCOO, añade la central socialista, «lejos de ser rectificada a tenor de sus propios errores -revisión salarial del 7,3%, precampaña de huelga general, oposición demagógica al Estatuto de los Trabajadores y «acuerdo» con la CEPYME, entre otros-, ha sido acrecentada con motivo del acuerdo-marco interconfederal, llegando al insulto, la difamación y la coacción al libre ejercicio de prácticas sindicales democráticas».

La central socialista acusa a CCOO de un doble lenguaje, llamamiento a la concordia desde la dirección y difamaciones en las fábricas, que provoca la división de los trabajadores y sólo favorece a los enemigos del sindicalismo. «Es voluntad firme de UGT», concluye la nota socialista, «no prestarse a reuniones que sólo pretendan crear imágenes que no respondan a la realidad, el "aquí no ha pasado nada", mientras se sigue atacando a nuestra central.» Por ello, UGT exige un cambio radical en la actitud de CCOO previamente a una reunión de ejecutivas.

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