Carter pretende que las compañías petroleras devuelvan sus astronómicos beneficios



Los superbeneficios de las compañías petroleras norteamericanas se verán recortados por un impuesto especial de 277.000 millones de dólares, a aplicar en el curso de la actual década, cuando se apruebe definitivamente el compromiso concluido ayer en Washington entre el comité especial Congreso- Senado, que intenta recuperar parte de los beneficios de las multinacionales del oro-negro y destinarlo a la promoción o investigación de otras energías. La medida se suma, en materia socioeconómica, a la firme decisión anunciada ante el Congreso por el presidente Jimmy Carter de c...

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Los superbeneficios de las compañías petroleras norteamericanas se verán recortados por un impuesto especial de 277.000 millones de dólares, a aplicar en el curso de la actual década, cuando se apruebe definitivamente el compromiso concluido ayer en Washington entre el comité especial Congreso- Senado, que intenta recuperar parte de los beneficios de las multinacionales del oro-negro y destinarlo a la promoción o investigación de otras energías. La medida se suma, en materia socioeconómica, a la firme decisión anunciada ante el Congreso por el presidente Jimmy Carter de combatir la inflación que el año pasado superó el 12% en Estados Unidos, país que, hace, tan sólo un par de años, experimentaba unos aumentos de precios ínfimos.

Para conseguir su propósito, Jimmy Carter no piensa reducir los impuestos, porque contribuiría a una mayor oferta de la demanda, estimulando el índice inflacionista. Los expertos económicos están divididos entre los que opinan que, en 1980, Estados Unidos entrará en una neta fase de recesión y los que consideran que el crecimiento será escaso, inferior en todo caso al 2,3 % de crecimiento del PIB, experimentado también en 1980.

Una estrategia de intereses bancarios bajos, limitación del crédito y retención general del proceso de consumo económico, debería moderar por sí solo el índice inflacionista norteamericano, según las previsiones de la Administración Carter.

Reducir la dependencia exterior en energía, petróleo en particular, es otro de los objetivos prioritarios de la política económica de Washington. Es en tal capitulo donde debe incluirse la nueva legislación sobre los beneficios de las compañías del petróleo. La idea directiva de la Administración Carter es recuperar una parte de los beneficios para la década 1980-1990 originados por la liberalización de precios petrolíferos en EEUU. Se calcula que las multinacionales norteamericanas podrían ganar, sólo en el mercado interior de EEUU, mil millones de dólares en los próximos diez años.

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