El revolucionarismo de Marchais

«La vehemencia sin matices con que Marchais ha defendido la invasión de Afganistán por las fuerzas armadas soviéticas parece demostrar que el Partido Comunista francés ha modificado su análisis sobre los medios de llegar al poder. Desde hace una decena de años, había considerado que era posible alcanzar ese objetivo por las vías democráticas normales. De ahora en adelante, y probablemente por mucho tiempo, espera que las conmociones provocadas por la crisis económica mundial le den la ocasión de presentarse como la única solución y, como consecuencia, no quiere comprometerse con el sistema exi...

«La vehemencia sin matices con que Marchais ha defendido la invasión de Afganistán por las fuerzas armadas soviéticas parece demostrar que el Partido Comunista francés ha modificado su análisis sobre los medios de llegar al poder. Desde hace una decena de años, había considerado que era posible alcanzar ese objetivo por las vías democráticas normales. De ahora en adelante, y probablemente por mucho tiempo, espera que las conmociones provocadas por la crisis económica mundial le den la ocasión de presentarse como la única solución y, como consecuencia, no quiere comprometerse con el sistema existente sus pompas y sus obras.Esta vuelta a un mesianismo revolucionario que había abandonado (al menos en aparencia) tiene por consecuencia que el Partido Comunista no cuenta más, aunque pretenda la contrario, que figurar en la competición presidencial del año próximo, si ésta se desarrolla en circunstancias normales. En otras palabras, Marchais ha abandonado sus posibilidades de vencer al candidato del Partido Socialista en la primera vuelta, y ser el competidor de Giscard en la segunda vuelta.

Más aun, en la nueva lógica del Partido Comunista se puede pensar que hará todo para que el candidato del Partido Socialista sea derrotado.

Por último, los dirigentes comunistas preferirían Giscard a Mitterrand o a Rocard.

14 de enero